Impromptu (Una improvisación)


Por Beatriz Isoldi
(Paradiso, Buenos Aires, 2020, 204 páginas)

La definición de la palabra del título la realiza el director de teatro que está ensayando la obra así llamada: “…una pieza breve, a piano, de continua improvisación, sin plan preconcebido, imprevista, espontánea, hay impromptus de Schubert, de Chopin, de Fouré”.

El libro comienza con un excelente prólogo –erudito y enriquecedor– de Bertha Bilbao Richter– que afirma que la “la escritora va por un mayor riesgo, toma el mito como la irrupción de lo sobrenatural, de orden divino, en el mundo de individuos que transitan la realidad…”, La vicepresidenta del ILCH demuestra, además, su versación en las teorías literarias modernas.

Isoldi presenta una prosa bella, fluida y precisa. Hay diálogos inteligentes y conceptuales (no usa guiones para señalarlos). Por momentos sus párrafos cortos toman el giro de la técnica de la escritura tipo apunte, que conoce a la perfección.

Mientras Sara viaja en bus al pueblo Esperanza para reencontrarse con Román –ambos son los protagonistas de esta historia–, lee una novela de Cees Nootemboon, que la introduce en su conflictiva personalidad. En el buceo interior repasa esa relación con Román donde imperan tanto el amor como las confrontaciones, sobre todo mientras ambos ensayan Impromptu, cuyo autoría y dirección pertenecen a Juan Pedro, un personaje torturado,. El texto está inspirado en el mito de Teseo, como si su desarrollo –en el que intervienen principalmente Ariadna, el Minotauro (sucede en el Laberinto) – quisiera apoderarse de la realidad. Poco a poco la trama se instala en un mundo sin tiempo ni espacio, “El tiempo que deja de ser sucesivo dentro del laberinto, un tiempo circular o si quieren, un eterno retorno del tiempo. “, explica Juan Pedro. La narradora aprovecha los diálogos de los ensayos para describir el mito de Teseo.

La novela de Beatriz Isoldi, nos remite no solo al Jorge Luis Borges del cuento «La casa de Asterión», de 1947, sino también a la maravilla visual de múltiples espejos del filme Hace un año en Marienbad (1961, de Alain Resnais y con guión del escritor Robbe-Grillet). Es que Impromptu puede interpretarse como un extenso flashback de notable belleza.

Sara en su delirio a veces se identifica con Ariadna. Por momentos se tiene la sensación de estar ante un sueño fantasmal (“El tiempo aquí no transcurre, adelanta, retrocede, vuelve a adelantar y retroceder…)

Impromptu es una novela de calidad y de exigente lectura, no solo por su profundidad, sino por sus citas de todo tipo, sobre todo las mitológicas.

En la segunda parte, de solo unas quince páginas, se aclaran las causas de ese mundo desquiciado que se presentó en la primera. Aunque los lectores seguro que se identificarán emocionalmente con ese primer universo en el que “Todos los días se han vuelto un solo día, una espera inútil. Un sinsentido.”

Beatriz Isoldi escribió novelas, cuentos y ensayos. Recibió números premios y distinciones por su labor literaria. Como novelista ha publicado Los amores imposibles, La noche de los inmortales, Variaciones sobre un tema de Salieri, Bocetos en claroscuro, Sala de espera y El secreto perfume del mundo. Es presidenta de la asociación Gente de Letras.

Germán Cáceres

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