No nos sorprende que el programa de televisión gran hermano sea uno de los más vistos y comentados. 

Nada es casualidad, en una época de hipercontrol con una multiplicidad de mecanismos coactivos y coercitivos este simulacro de encierro consentido es una patética metáfora de una sociedad fragmentada.

En efecto, el programa de TV muestra a un conjunto de personas que nunca conforman un colectivo sino simples y frágiles alianzas para excluir a las demás y eventualmente salvarse solas.

El extremo del egoísmo, la falta de empatía y un egocentrismo irritante.

Conductas prefabricadas por la "industria cultural" para reafirmar estereotipos banales, indolentes y hasta violentos.

Tenebroso reflejo en el cual por un lado se incita al consumismo mientras miles de seres padecen el desamparo más atroz.

Quizá valga la pena recordar que el personaje de la novela distópica de George Orwell 1984 era el omnipresente Gran Hermano que todo lo controlaba, invadía la intimidad y reafirmaba la dominación y la explotación con lemas falaces como "la libertad es la esclavitud" y "la paz es la guerra".

Sórdidos tiempos de miserias y violencia del capital de guerras y crueldades por doquier.

Pretenden doblegar toda rebeldía.

No lo van a lograr.

Solo la lucha solidaria puede emanciparnos.

Viernes 19 de enero de 2024