Sebastián Vivarelli, diseñador gráfico y cinéfilo, unió sus dos pasiones en un hermoso libro que recorre la historia y los movimientos en torno a los afiches cinematográficos.
Divididos por géneros, épocas y autores, los pósters van dialogando con las pelÃculas y su contexto social y cultural.
El Cineclub YMCA propone una proyección especial en fÃlmico con música en vivo de La patrulla costera, un raro melodrama protagonizado por Fay Wray. Será el miércoles 22 de junio a las 20 horas en Reconquista 439, con entrada libre.
Miércoles 22 de junio, 20 horas
LA PATRULLA COSTERA
(The Coast Patrol, Estados Unidos, 1925, blanco y negro, 63 minutos)
Dirección: Bud Barsky
Elenco: Kenneth MacDonald, Fay Wray, Claire de Lorez, Spottiswoode Aitken y Gino Corrado.
"El debut cinematográfico de Fay Wray se produjo aquà a los 17 años bajo la dirección de Bud Barsky. Ella interpreta a Beth, 'una niña abandonada de los mares' adoptada por el viejo farero que es melodramáticamente sobreprotector con ella (y un poco demasiado visiblemente apegado a ella como para no preguntarse si no albergará algunos pensamientos impuros).
La Beth de Fay Wray está visiblemente habitada por un espÃritu masculino que interpreta de forma ligera. Se podrÃa decir que minimiza el papel, especialmente considerando que las pelÃculas mudas se entregan deliberadamente a la actuación teatral, pero es posible que se mantenga discreta por ser su primera pelÃcula. La dirección de Bud Barsky es bastante sencilla, con la excepción de las secuencias de vuelo visualmente emocionantes y el clÃmax de la persecución en barco". (Steven Hill)
Todo lo que siempre he querido
Todo lo que siempre he necesitado
Está aquà entre mis brazos
Las palabras son muy innecesarias
Solo pueden hacer daño
Director del videoclip: Anton Corbijn
"Originalmente era muy lenta y mÃnima, era solo yo y un armonio. Entonces Alan (Wilder) tuvo la idea de darle un toque, y le agregamos los acordes del coro. En ese punto él junto al productor Mark Flood me dijeron: '¿Por qué no tocas una guitarra por encima?' Fue entonces cuando se me ocurrió el riff. Creo que es la única vez en nuestra historia en que todos nos miramos y dijimos: 'Creo que esto podrÃa ser un éxito'", relató Martin Gore a Mojo.
Wilder era el único integrante de la banda que tenÃa estudios formales de música y a menudo era quien sugerÃa arreglos y variaciones en las composiciones de Gore; por ejemplo, la pista de ritmo de "People are people" fue idea suya. Por ello, no era extraño que hiciera ver su opinión en el trabajo de producción. En rigor, sugirió que la nueva creación debÃa tener un tempo más acelerado y una base electrónica de apoyo. Luego, agregaron los arreglos de guitarra y la voz de Dave Gahan, agrega el diario La Tercera de Chile.
Según el vocalista, el tema se trabajó en apenas un par de dÃas. "Alan y Mark Flood nos dijeron: 'Salgan del estudio y regresen en dos dÃas'. Cuando volvimos, Flood le dijo a Martin: "Necesito que hagas una lÃnea de guitarra", asà que Martin comenzó a tocar este riff, y eso fue todo. Luego dijo: "Dave, ve a cantar", y asà lo hice. Literalmente lo grabamos en un par de dÃas. Luego comenzamos a jugar con la canción, pero no necesitó más. Lo publicamos asÃ", contó a Q Magazine.
La primera versión, tocada y cantada por Gore al armonio está disponible en la versión 12 pulgadas del sencillo. También se pudo escuchar en la reedición de 2004, con el tÃtulo de "Harmonium".
Enjoy the silence
Words like violence
Break the silence
Come crashing in
Into my little world
Painful to me
Pierce right through me
Can't you understand
Oh my little girl
All I ever wanted
All I ever needed
Is here in my arms
Words are very unnecessary
They can only do harm
Vows are spoken
To be broken
Feelings are intense
Words are trivial
Pleasures remain
So does the pain
Words are meaningless
And forgettable
All I ever wanted
All I ever needed
Is here in my arms
Words are very unnecessary
They can only do harm
Con Los robots invaden la Tierra Germán Cáceres nos ofrece una historia atrapante poblada de sorpresas, como es habitual en su ingeniosa narrativa.
Se trata de una novela que mantiene al lector sumergido en una lectura placentera que lo invita a recorrer varios géneros: suspenso, investigación policial, romance y aventuras, como bien dice en la contratapa del libro, editado por Editorial Mariscal, bajo el sello Maya, en abril de 2022.
El protagonista, Franco, un chico de doce años, amante de las pelÃculas de superhéroes, se ve en la necesidad de investigar la desaparición de la señora Graciela, la persona a quien le hace algunas diligencias, portera de un importante laboratorio de Parque Patricios.
Descubrirá pasadizos secretos y una realidad paralela, lugar elegido como refugio de quien se ha servido de las investigaciones cientÃficas para su propio provecho, el doctor Guillermo Satur.
Frente a los reiterados misterios y desapariciones se jerarquiza en el libro la potente y efectiva función de una red solidaria de vecinos y de la familia como generadoras de acción y protección de sus miembros. En la búsqueda se involucra la familia de Franco, la del investigador, los vecinos de Patricia y Nicolás que organizan “una de esas batidas como las de las series y pelÃculas en las que en un pueblo no aparece una persona” (Pág. 32)
El libro mantiene una intertextualidad con Las crónicas de Narnia, de C.S. Lewis, que es lo que inspira al detective para descubrir el pasaje al mundo vecino, de modo que el autor parece decirnos que es la propia ficción la que ilumina lo real.
El autor maneja con soltura un lenguaje y un registro claro y apropiado para niños y adolescentes, con términos técnicos para describir avances cientÃficos, robots invisibles, experimentos, investigaciones y descubrimientos de lÃneas futuristas, pero también se permite el uso del humor y el chiste, como por ejemplo: “Qué valiente fuiste al entrar por tu cuenta al mundo paralelo- afirmó Franco…
-Vos también estuviste audaz cuando le quitaste el arma a Satur- le replicó EstefanÃa.
“¡Está bien! ¡Somos dos héroes!- reconoció Franco.
“Y rieron como locos. Las demás parejas del café los miraban sonriendo.”(Pág. 94)
Hay que reconocer que “un hueco en la hiedra y un agujero en la pared” no son suficientes para hacer posible el tránsito a mundos vecinos, sino que hace falta la construcción de un verosÃmil, que en este libro está logrado por la impecable descripción del lugar y la ambientación: el bosque de arrayanes y alerces, el túnel similar al de los subtes pero sin rieles, las luces cegadoras, el sendero de tierra, ese “paisaje de ensueño propio de una pintura antigua o de una pelÃcula romántica”.
Por otro lado, es importante destacar el uso de un lenguaje propio de la novela policial, en clave, podrÃamos decir, paródica, como en los siguientes casos: “¡Quieto o es hombre muerto! – le gritó al cientÃfico con mucho temor, porque nunca habÃa sostenido un arma en la mano y dudaba de que llegara a apretar el gatillo.” (pág. 85)
“¡Te arrepentirás de esta traición! ¡No saldrás con vida!” (Pág. 85).
“¡No tenés escapatoria! ¡Preparate para morir ya!" (Pág. 85).
Como en una caja de resonancia expresiones como las anteriores nos remiten al cine, a la historieta o a la propia Literatura policial, lo que reafirma el amplio recorrido que realiza el libro por una amplia variedad de géneros, de la ciencia ficción a lo policial, de la aventura a lo romántico o a lo fantástico.
Los robots invaden la Tierra también “invade” la imaginación del lector con ingenio y fantasÃa y nos asegura el disfrute de las aventuras junto a los personajes ideados por la chispa creativa de Germán Cáceres.
MarÃa Julia Druille
“Y rieron como locos. Las demás parejas del café los miraban sonriendo.”(Pág. 94)
Hay que reconocer que “un hueco en la hiedra y un agujero en la pared” no son suficientes para hacer posible el tránsito a mundos vecinos, sino que hace falta la construcción de un verosÃmil, que en este libro está logrado por la impecable descripción del lugar y la ambientación: el bosque de arrayanes y alerces, el túnel similar al de los subtes pero sin rieles, las luces cegadoras, el sendero de tierra, ese “paisaje de ensueño propio de una pintura antigua o de una pelÃcula romántica”.
Por otro lado, es importante destacar el uso de un lenguaje propio de la novela policial, en clave, podrÃamos decir, paródica, como en los siguientes casos: “¡Quieto o es hombre muerto! – le gritó al cientÃfico con mucho temor, porque nunca habÃa sostenido un arma en la mano y dudaba de que llegara a apretar el gatillo.” (pág. 85)
“¡Te arrepentirás de esta traición! ¡No saldrás con vida!” (Pág. 85).
“¡No tenés escapatoria! ¡Preparate para morir ya!" (Pág. 85).
Como en una caja de resonancia expresiones como las anteriores nos remiten al cine, a la historieta o a la propia Literatura policial, lo que reafirma el amplio recorrido que realiza el libro por una amplia variedad de géneros, de la ciencia ficción a lo policial, de la aventura a lo romántico o a lo fantástico.
Los robots invaden la Tierra también “invade” la imaginación del lector con ingenio y fantasÃa y nos asegura el disfrute de las aventuras junto a los personajes ideados por la chispa creativa de Germán Cáceres.
MarÃa Julia Druille
Por Beatriz Isoldi
(Paradiso, Buenos Aires, 2020, 204 páginas)
La definición de la palabra del tÃtulo la realiza el director de teatro que está ensayando la obra asà llamada: “…una pieza breve, a piano, de continua improvisación, sin plan preconcebido, imprevista, espontánea, hay impromptus de Schubert, de Chopin, de Fouré”.
El libro comienza con un excelente prólogo –erudito y enriquecedor– de Bertha Bilbao Richter– que afirma que la “la escritora va por un mayor riesgo, toma el mito como la irrupción de lo sobrenatural, de orden divino, en el mundo de individuos que transitan la realidad…”, La vicepresidenta del ILCH demuestra, además, su versación en las teorÃas literarias modernas.
Isoldi presenta una prosa bella, fluida y precisa. Hay diálogos inteligentes y conceptuales (no usa guiones para señalarlos). Por momentos sus párrafos cortos toman el giro de la técnica de la escritura tipo apunte, que conoce a la perfección.
Mientras Sara viaja en bus al pueblo Esperanza para reencontrarse con Román –ambos son los protagonistas de esta historia–, lee una novela de Cees Nootemboon, que la introduce en su conflictiva personalidad. En el buceo interior repasa esa relación con Román donde imperan tanto el amor como las confrontaciones, sobre todo mientras ambos ensayan Impromptu, cuyo autorÃa y dirección pertenecen a Juan Pedro, un personaje torturado,. El texto está inspirado en el mito de Teseo, como si su desarrollo –en el que intervienen principalmente Ariadna, el Minotauro (sucede en el Laberinto) – quisiera apoderarse de la realidad. Poco a poco la trama se instala en un mundo sin tiempo ni espacio, “El tiempo que deja de ser sucesivo dentro del laberinto, un tiempo circular o si quieren, un eterno retorno del tiempo. “, explica Juan Pedro. La narradora aprovecha los diálogos de los ensayos para describir el mito de Teseo.
La novela de Beatriz Isoldi, nos remite no solo al Jorge Luis Borges del cuento «La casa de Asterión», de 1947, sino también a la maravilla visual de múltiples espejos del filme Hace un año en Marienbad (1961, de Alain Resnais y con guión del escritor Robbe-Grillet). Es que Impromptu puede interpretarse como un extenso flashback de notable belleza.
Sara en su delirio a veces se identifica con Ariadna. Por momentos se tiene la sensación de estar ante un sueño fantasmal (“El tiempo aquà no transcurre, adelanta, retrocede, vuelve a adelantar y retroceder…)
Impromptu es una novela de calidad y de exigente lectura, no solo por su profundidad, sino por sus citas de todo tipo, sobre todo las mitológicas.
En la segunda parte, de solo unas quince páginas, se aclaran las causas de ese mundo desquiciado que se presentó en la primera. Aunque los lectores seguro que se identificarán emocionalmente con ese primer universo en el que “Todos los dÃas se han vuelto un solo dÃa, una espera inútil. Un sinsentido.”
Beatriz Isoldi escribió novelas, cuentos y ensayos. Recibió números premios y distinciones por su labor literaria. Como novelista ha publicado Los amores imposibles, La noche de los inmortales, Variaciones sobre un tema de Salieri, Bocetos en claroscuro, Sala de espera y El secreto perfume del mundo. Es presidenta de la asociación Gente de Letras.
Germán Cáceres
(Paradiso, Buenos Aires, 2020, 204 páginas)
La definición de la palabra del tÃtulo la realiza el director de teatro que está ensayando la obra asà llamada: “…una pieza breve, a piano, de continua improvisación, sin plan preconcebido, imprevista, espontánea, hay impromptus de Schubert, de Chopin, de Fouré”.
El libro comienza con un excelente prólogo –erudito y enriquecedor– de Bertha Bilbao Richter– que afirma que la “la escritora va por un mayor riesgo, toma el mito como la irrupción de lo sobrenatural, de orden divino, en el mundo de individuos que transitan la realidad…”, La vicepresidenta del ILCH demuestra, además, su versación en las teorÃas literarias modernas.
Isoldi presenta una prosa bella, fluida y precisa. Hay diálogos inteligentes y conceptuales (no usa guiones para señalarlos). Por momentos sus párrafos cortos toman el giro de la técnica de la escritura tipo apunte, que conoce a la perfección.
Mientras Sara viaja en bus al pueblo Esperanza para reencontrarse con Román –ambos son los protagonistas de esta historia–, lee una novela de Cees Nootemboon, que la introduce en su conflictiva personalidad. En el buceo interior repasa esa relación con Román donde imperan tanto el amor como las confrontaciones, sobre todo mientras ambos ensayan Impromptu, cuyo autorÃa y dirección pertenecen a Juan Pedro, un personaje torturado,. El texto está inspirado en el mito de Teseo, como si su desarrollo –en el que intervienen principalmente Ariadna, el Minotauro (sucede en el Laberinto) – quisiera apoderarse de la realidad. Poco a poco la trama se instala en un mundo sin tiempo ni espacio, “El tiempo que deja de ser sucesivo dentro del laberinto, un tiempo circular o si quieren, un eterno retorno del tiempo. “, explica Juan Pedro. La narradora aprovecha los diálogos de los ensayos para describir el mito de Teseo.
La novela de Beatriz Isoldi, nos remite no solo al Jorge Luis Borges del cuento «La casa de Asterión», de 1947, sino también a la maravilla visual de múltiples espejos del filme Hace un año en Marienbad (1961, de Alain Resnais y con guión del escritor Robbe-Grillet). Es que Impromptu puede interpretarse como un extenso flashback de notable belleza.
Sara en su delirio a veces se identifica con Ariadna. Por momentos se tiene la sensación de estar ante un sueño fantasmal (“El tiempo aquà no transcurre, adelanta, retrocede, vuelve a adelantar y retroceder…)
Impromptu es una novela de calidad y de exigente lectura, no solo por su profundidad, sino por sus citas de todo tipo, sobre todo las mitológicas.
En la segunda parte, de solo unas quince páginas, se aclaran las causas de ese mundo desquiciado que se presentó en la primera. Aunque los lectores seguro que se identificarán emocionalmente con ese primer universo en el que “Todos los dÃas se han vuelto un solo dÃa, una espera inútil. Un sinsentido.”
Beatriz Isoldi escribió novelas, cuentos y ensayos. Recibió números premios y distinciones por su labor literaria. Como novelista ha publicado Los amores imposibles, La noche de los inmortales, Variaciones sobre un tema de Salieri, Bocetos en claroscuro, Sala de espera y El secreto perfume del mundo. Es presidenta de la asociación Gente de Letras.
Germán Cáceres
Presentación de Maia Tarcic como nueva cantante de Adicta y noche de colaboraciones en el rol, incluyendo a Panchito Villa, Manu La Gleyze y Nath Cabrera.