R.E.M. anunció la salida de un compilado de su obra, que marcará la despedida definitiva: Part lies, part heart, part truth, part garbage, 1982 - 2011 contendrá dos discos con 40 canciones, que incluirán tres inéditas.
Luego de 31 años grabando discos, R.E.M. anunció su separación el pasado 21 de septiembre, y dÃas más tarde está publicando la noticia de un nuevo álbum en su sitio oficial.
El compilado que incluye por primera vez trabajos publicados tanto en el sello independiente IRS (1982/87) como Warner Bros. (1988/2011). Se llamará Part lies, part heart, part truth, part garbage, 1982 - 2011 y saldrá a la venta el 15 de noviembre, al menos en Estados Unidos.
Entre ese "algo de mentiras, algo de corazoón, algo de verdad y algo de basura" que promete el disco habrá tres nuevos temas terminados durante las sesiones de su último álbum, Collapse into now: "We All Go Back To Where We Belong" (que comenzará a sonar en las radios a mediados de octubre), "A Month of Saturdays" y "Hallelujah", producidos por Jacknife Lee.
R.E.M. se formó en 1980 cuando el cantante Michael Stipe comoció al guitarrista Peter Buck en la disquerÃa en la que éste trabajaba, en Athens, Georgia. Después de recrutar al bajista Mike Mills y el baterista Bill Berry, grabaron su primer single, “Radio Free Europe,” en 1981, seguido por el EP Chronic Town (1982). Desde entonces, la banda se transformó en la más influyente del rock alternativo norteamericano, inspirando artistas como Sonic Youth, Pavement, Nirvana y Radiohead, entre otros.
En el curso de su carrera, lanzaron 15 discos de estudio, vendiendo 85 millones de copias alrededor del mundo: Murmur (1983), Reckoning (1984), Fables of the Reconstruction (1985), Lifes Rich Pageant (1986), Document (1987), Green (1988), Out of Time (1991), Automatic For The People (1992), Monster (1994), New Adventures in Hi-Fi (1996), Up (1998), Reveal (2001), Around the Sun (2004), Accelerate (2008), y Collapse Into Now (2011).
Esta es la lista completa de canciones de Part lies, part heart, part truth, part garbage, 1982 - 2011, de la que Mike Mills dijo: “Creemos que estas canciones se asemejan a dibujar una lÃnea natural bajo los últimos 31 años de nuestro trabajo juntos".
Disco 1:
Gardening At Night
Radio Free Europe
Talk About The Passion
Sitting Still
So. Central Rain
(Don’t Go Back To) Rockville
Driver 8
Life And How To Live It
Begin The Begin
Fall On Me
Finest Worksong
It’s The End Of The World As We Know It (And I Feel Fine)
The One I Love
Stand
Pop Song 89
Get Up
Orange Crush
Losing My Religion
Country Feedback
Shiny Happy People
Disco 2:
The Sidewinder Sleeps Tonite
Everybody Hurts
Man On The Moon
Nightswimming
What’s The Frequency, Kenneth?
New Test Leper
Electrolite
At My Most Beautiful
The Great Beyond
Imitation Of Life
Bad Day
Leaving New York
Living Well Is The Best Revenge
Supernatural Superserious
ÃœBerlin
Oh My Heart
Alligator_Aviator_Autopilot_Antimatter
A Month of Saturdays
We All Go Back To Where We Belong
Hallelujah
Luego de 31 años grabando discos, R.E.M. anunció su separación el pasado 21 de septiembre, y dÃas más tarde está publicando la noticia de un nuevo álbum en su sitio oficial.
El compilado que incluye por primera vez trabajos publicados tanto en el sello independiente IRS (1982/87) como Warner Bros. (1988/2011). Se llamará Part lies, part heart, part truth, part garbage, 1982 - 2011 y saldrá a la venta el 15 de noviembre, al menos en Estados Unidos.
Entre ese "algo de mentiras, algo de corazoón, algo de verdad y algo de basura" que promete el disco habrá tres nuevos temas terminados durante las sesiones de su último álbum, Collapse into now: "We All Go Back To Where We Belong" (que comenzará a sonar en las radios a mediados de octubre), "A Month of Saturdays" y "Hallelujah", producidos por Jacknife Lee.
R.E.M. se formó en 1980 cuando el cantante Michael Stipe comoció al guitarrista Peter Buck en la disquerÃa en la que éste trabajaba, en Athens, Georgia. Después de recrutar al bajista Mike Mills y el baterista Bill Berry, grabaron su primer single, “Radio Free Europe,” en 1981, seguido por el EP Chronic Town (1982). Desde entonces, la banda se transformó en la más influyente del rock alternativo norteamericano, inspirando artistas como Sonic Youth, Pavement, Nirvana y Radiohead, entre otros.
En el curso de su carrera, lanzaron 15 discos de estudio, vendiendo 85 millones de copias alrededor del mundo: Murmur (1983), Reckoning (1984), Fables of the Reconstruction (1985), Lifes Rich Pageant (1986), Document (1987), Green (1988), Out of Time (1991), Automatic For The People (1992), Monster (1994), New Adventures in Hi-Fi (1996), Up (1998), Reveal (2001), Around the Sun (2004), Accelerate (2008), y Collapse Into Now (2011).
Esta es la lista completa de canciones de Part lies, part heart, part truth, part garbage, 1982 - 2011, de la que Mike Mills dijo: “Creemos que estas canciones se asemejan a dibujar una lÃnea natural bajo los últimos 31 años de nuestro trabajo juntos".
Disco 1:
Gardening At Night
Radio Free Europe
Talk About The Passion
Sitting Still
So. Central Rain
(Don’t Go Back To) Rockville
Driver 8
Life And How To Live It
Begin The Begin
Fall On Me
Finest Worksong
It’s The End Of The World As We Know It (And I Feel Fine)
The One I Love
Stand
Pop Song 89
Get Up
Orange Crush
Losing My Religion
Country Feedback
Shiny Happy People
Disco 2:
The Sidewinder Sleeps Tonite
Everybody Hurts
Man On The Moon
Nightswimming
What’s The Frequency, Kenneth?
New Test Leper
Electrolite
At My Most Beautiful
The Great Beyond
Imitation Of Life
Bad Day
Leaving New York
Living Well Is The Best Revenge
Supernatural Superserious
ÃœBerlin
Oh My Heart
Alligator_Aviator_Autopilot_Antimatter
A Month of Saturdays
We All Go Back To Where We Belong
Hallelujah
R.E.M. les puso punto final a sus treinta años de carrera. El trÃo de Athens, Georgia, iluminó con su música a varias generaciones y se fue con la dignidad de un grupo de amigos que, en un buen momento artÃstico, sencillamente decidió que era tiempo de seguir camino.
El sueño se acabó: R.E.M., el grupo estadounidense de rock alternativo que recibió su nombre de una de las etapas del pasaje de la vigilia a la ensoñación, decidió dejar de alimentar su historia, luego de quince discos editados en un perÃodo de tres décadas. En esos años, si algo caracterizó a R.E.M. fue su capacidad de ser una banda, un colectivo artÃstico, capaz de acompañar con su crecimiento y una complejización estética, sónica y poética a los propios conocimientos de su público, que también se fueron complejizando emocional e intelectualmente en esos años. Es el fin de un modelo: el de una banda capaz de generar una transversalidad en el tiempo.
“A nuestros fans y amigos: como R.E.M. y como amigos de toda la vida y coconspiradores, hemos decidido ponerles punto final a los dÃas de esta banda. Nos apartamos con un gran sentido de gratitud y de finitud; y de deslumbramiento por todo lo que hemos podido cumplir. A todos aquellos que alguna vez sintieron el toque de nuestra música, nuestro más profundo agradecimiento por habernos prestado sus oÃdos.” Con esas emotivas, simples y contundentes palabras, la banda se despidió oficialmente a través de su sitio web. Si algo quedaba por agregar, allà figuran también las explicaciones de Michael Stipe, su vocalista: “Como alguna vez dijo un sabio, el talento oculto en ir a una fiesta está en saber cuándo irse de ella. Creamos algo extraordinario juntos y ahora debemos seguir camino. Espero que nuestros fanáticos se den cuenta de que no fue una decisión fácil: pero todo debe terminar y quisimos hacerlo bien, a nuestra manera”.
Asà es que R.E.M. se va en un pico de nivel, apenas después de haber entregado un par de discos (Accelerate, de 2008, y Collapse into Now, de 2011) excepcionales: maduros, energéticos y bellos, que tenÃan no sólo una música para mostrar, también unas cuantas cosas para decir sobre su época (esa que arrancó en los primeros años de los ’80 y ahora acaba). Lo más probable es que su público argentino recuerde hoy (o más bien, que lo esté haciendo desde ayer, cuando lo informaron) aquel concierto en el Campo de Polo en 2001, cuando la tormenta se violentó justo, justito cuando le soltaban las riendas a la apocalÃptica canción “It’s the End of the World as We Know It (And I Feel Fine)”. O quizás el último, en el Club Ciudad de Buenos Aires, en noviembre de 2008, en otra noche de alta gama.
“Durante nuestro último tour, y mientras hacÃamos Collapse into Now y ponÃamos en retrospectiva todos esos ‘grandes éxitos’ reunidos, comenzamos a preguntarnos qué más habÃa para hacer luego. Siempre fuimos una banda en el más genuino sentido de la palabra: hermanos que se aman y respetan de verdad y mutuamente. Nunca hubo pleitos, caÃdas ni abogados metidos entre medio de nosotros. Tomamos la decisión del mismo modo. Y se siente bien”, sumó el bajista Mike Mills en el sitio del grupo, www.remhq.com. Peter Buck, insigne guitarrista de la agrupación, también se expresó: “Sé que seguiremos viéndonos con Mike, Michael, Bill (Berry, baterista) y Bertis (Downs, manager y representante legal de R.E.M.), aunque más no sea en el sector de vinilos de alguna disquerÃa de barrio o en el estacionamiento de algún boliche, mirando a algún otro grupo de jovencitos tratar de cambiar el mundo”.
Por lo pronto, el trÃo (Berry ya se habÃa alejado hacÃa más de una década) se va con humildad, haciendo lo que quizá parezca un injusto mutis por el foro: injusto para ellos, injusto para sus oyentes. Una salida tan poco grandilocuente como podÃa esperarse de un grupo que si bien comportó unos cuantos hitos (su ingreso en 2007 al Salón de la Fama del Rock and Roll o su contrato con el sello Warner Bros en 1996, por 60 millones de dólares, que fue entonces el más caro de la historia de la industria), fue basando su carrera en el sustentable campo de las grandes canciones y los grandes discos, durante 30 años de trabajo en continuado, con no más que unos años de tardanza en lanzar nuevo material durante momentos crÃticos, como ese lapsus de mediados de la década pasada que les duró cuatro años. “Una de las cosas más geniales de estar en R.E.M. era que los discos y las canciones significaban tanto para nosotros como para los fanáticos. Por eso es que sigue siendo importante, en esta despedida, ser sinceros con ustedes, que nos han regalado algo increÃble: ser parte de sus vidas”, sumó emoción Buck. Y poco más queda: habrá ahora que terminar de perder la religión, de aceptar que el pastor Stipe ya no va a venir a contar cómo es que se puede seguir creciendo y madurando dignamente. Y habrá que seguir en solitario; con sus canciones, sÃ, pero sabiendo que ya no habrá nuevas.
Página/12, 22 de septiembre de 2011
El sueño se acabó: R.E.M., el grupo estadounidense de rock alternativo que recibió su nombre de una de las etapas del pasaje de la vigilia a la ensoñación, decidió dejar de alimentar su historia, luego de quince discos editados en un perÃodo de tres décadas. En esos años, si algo caracterizó a R.E.M. fue su capacidad de ser una banda, un colectivo artÃstico, capaz de acompañar con su crecimiento y una complejización estética, sónica y poética a los propios conocimientos de su público, que también se fueron complejizando emocional e intelectualmente en esos años. Es el fin de un modelo: el de una banda capaz de generar una transversalidad en el tiempo.
“A nuestros fans y amigos: como R.E.M. y como amigos de toda la vida y coconspiradores, hemos decidido ponerles punto final a los dÃas de esta banda. Nos apartamos con un gran sentido de gratitud y de finitud; y de deslumbramiento por todo lo que hemos podido cumplir. A todos aquellos que alguna vez sintieron el toque de nuestra música, nuestro más profundo agradecimiento por habernos prestado sus oÃdos.” Con esas emotivas, simples y contundentes palabras, la banda se despidió oficialmente a través de su sitio web. Si algo quedaba por agregar, allà figuran también las explicaciones de Michael Stipe, su vocalista: “Como alguna vez dijo un sabio, el talento oculto en ir a una fiesta está en saber cuándo irse de ella. Creamos algo extraordinario juntos y ahora debemos seguir camino. Espero que nuestros fanáticos se den cuenta de que no fue una decisión fácil: pero todo debe terminar y quisimos hacerlo bien, a nuestra manera”.
Asà es que R.E.M. se va en un pico de nivel, apenas después de haber entregado un par de discos (Accelerate, de 2008, y Collapse into Now, de 2011) excepcionales: maduros, energéticos y bellos, que tenÃan no sólo una música para mostrar, también unas cuantas cosas para decir sobre su época (esa que arrancó en los primeros años de los ’80 y ahora acaba). Lo más probable es que su público argentino recuerde hoy (o más bien, que lo esté haciendo desde ayer, cuando lo informaron) aquel concierto en el Campo de Polo en 2001, cuando la tormenta se violentó justo, justito cuando le soltaban las riendas a la apocalÃptica canción “It’s the End of the World as We Know It (And I Feel Fine)”. O quizás el último, en el Club Ciudad de Buenos Aires, en noviembre de 2008, en otra noche de alta gama.
“Durante nuestro último tour, y mientras hacÃamos Collapse into Now y ponÃamos en retrospectiva todos esos ‘grandes éxitos’ reunidos, comenzamos a preguntarnos qué más habÃa para hacer luego. Siempre fuimos una banda en el más genuino sentido de la palabra: hermanos que se aman y respetan de verdad y mutuamente. Nunca hubo pleitos, caÃdas ni abogados metidos entre medio de nosotros. Tomamos la decisión del mismo modo. Y se siente bien”, sumó el bajista Mike Mills en el sitio del grupo, www.remhq.com. Peter Buck, insigne guitarrista de la agrupación, también se expresó: “Sé que seguiremos viéndonos con Mike, Michael, Bill (Berry, baterista) y Bertis (Downs, manager y representante legal de R.E.M.), aunque más no sea en el sector de vinilos de alguna disquerÃa de barrio o en el estacionamiento de algún boliche, mirando a algún otro grupo de jovencitos tratar de cambiar el mundo”.
Por lo pronto, el trÃo (Berry ya se habÃa alejado hacÃa más de una década) se va con humildad, haciendo lo que quizá parezca un injusto mutis por el foro: injusto para ellos, injusto para sus oyentes. Una salida tan poco grandilocuente como podÃa esperarse de un grupo que si bien comportó unos cuantos hitos (su ingreso en 2007 al Salón de la Fama del Rock and Roll o su contrato con el sello Warner Bros en 1996, por 60 millones de dólares, que fue entonces el más caro de la historia de la industria), fue basando su carrera en el sustentable campo de las grandes canciones y los grandes discos, durante 30 años de trabajo en continuado, con no más que unos años de tardanza en lanzar nuevo material durante momentos crÃticos, como ese lapsus de mediados de la década pasada que les duró cuatro años. “Una de las cosas más geniales de estar en R.E.M. era que los discos y las canciones significaban tanto para nosotros como para los fanáticos. Por eso es que sigue siendo importante, en esta despedida, ser sinceros con ustedes, que nos han regalado algo increÃble: ser parte de sus vidas”, sumó emoción Buck. Y poco más queda: habrá ahora que terminar de perder la religión, de aceptar que el pastor Stipe ya no va a venir a contar cómo es que se puede seguir creciendo y madurando dignamente. Y habrá que seguir en solitario; con sus canciones, sÃ, pero sabiendo que ya no habrá nuevas.
Página/12, 22 de septiembre de 2011
En octubre el Cineclub La Rosa rinde homenaje a uno de los directores más detallistas y sutiles de la Nueva Ola francesa, al haberse cumplido 110 años de su nacimiento. Se trata de Robert Bresson, y proyectarán dos clásicos de su filmografÃa: Un condenado a muerte se escapa y El carterista. Como siempre, con entrada libre y colaboración voluntaria, en Austria 2154. Más info: www.cineclublarosa.blogspot.com
Robert Bresson (Francia, 25 de septiembre de 1901 - 18 de diciembre de 1999), cineasta, autor de una serie de pelÃculas en las que desarrolló un discurso en busca del total y absoluto ascetismo, aspirando a captar aquello que escapa a la mirada ordinaria.
En 1995, la totalidad de su obra, compuesta de un total de 13 largometrajes fue distinguida por la Académie française du cinema con el Premio René Clair.
"Un condenado a muerte se escapa y El carterista, por ejemplo, son narraciones en primera persona de integridad impecable; sin embargo, ninguno de los filmes gasta el tiempo para establecer la narrativa y el personaje como en el relato convencional. En lugar de ello, cada uno se basa en las acciones para revelar la sicologÃa de cada protagonista" (Tony Pippolo, revista Cineaste, primavera 2006).
Miércoles 5 de octubre - 20 horas
UN CONDENADO A MUERTE SE ESCAPA
(Un condamné à mort s'est échappé, Francia, 1956, blanco y negro, 99 minutos)
Dirección: Robert Bresson
Elenco: François Leterrier, Roland Monod, Charles Le Clainche, Maurice Beerblock y Jacques Ertaud.
Un joven miembro de la Resistencia francesa que lucha contra la ocupación nazi es arrestado y condenado a muerte por la GESTAPO. Bresson pone en juego todo su oficio para narrar de manera sutil esta preciosa obra maestra de todos los tiempos. Magistralmente filmada, cada plano y silencio ayudan a mantener la tensión de la historia.
Miércoles 19 de octubre - 20 horas
EL CARTERISTA
(Pickpocket, Francia, 1959, blanco y negro, 75 minutos)
Dirección: Robert Bresson
Elenco: Martin LaSalle, Marika Green, Dolly Scal, Pierre Leymarie, Kassagi, Pierre Étaix y César Gattegno.
El director cuenta la historia de un joven incapaz de buscar trabajo que se inicia como carterista por hobby y poco a poco le resulta imposible dejarlo, encontrando en el robo un medio en el cual expresar sus sentimientos. Contado a modo de diario, es una alegorÃa de la condición humana.
Robert Bresson (Francia, 25 de septiembre de 1901 - 18 de diciembre de 1999), cineasta, autor de una serie de pelÃculas en las que desarrolló un discurso en busca del total y absoluto ascetismo, aspirando a captar aquello que escapa a la mirada ordinaria.
En 1995, la totalidad de su obra, compuesta de un total de 13 largometrajes fue distinguida por la Académie française du cinema con el Premio René Clair.
"Un condenado a muerte se escapa y El carterista, por ejemplo, son narraciones en primera persona de integridad impecable; sin embargo, ninguno de los filmes gasta el tiempo para establecer la narrativa y el personaje como en el relato convencional. En lugar de ello, cada uno se basa en las acciones para revelar la sicologÃa de cada protagonista" (Tony Pippolo, revista Cineaste, primavera 2006).
Miércoles 5 de octubre - 20 horas
UN CONDENADO A MUERTE SE ESCAPA
(Un condamné à mort s'est échappé, Francia, 1956, blanco y negro, 99 minutos)
Dirección: Robert Bresson
Elenco: François Leterrier, Roland Monod, Charles Le Clainche, Maurice Beerblock y Jacques Ertaud.
Un joven miembro de la Resistencia francesa que lucha contra la ocupación nazi es arrestado y condenado a muerte por la GESTAPO. Bresson pone en juego todo su oficio para narrar de manera sutil esta preciosa obra maestra de todos los tiempos. Magistralmente filmada, cada plano y silencio ayudan a mantener la tensión de la historia.
Miércoles 19 de octubre - 20 horas
EL CARTERISTA
(Pickpocket, Francia, 1959, blanco y negro, 75 minutos)
Dirección: Robert Bresson
Elenco: Martin LaSalle, Marika Green, Dolly Scal, Pierre Leymarie, Kassagi, Pierre Étaix y César Gattegno.
El director cuenta la historia de un joven incapaz de buscar trabajo que se inicia como carterista por hobby y poco a poco le resulta imposible dejarlo, encontrando en el robo un medio en el cual expresar sus sentimientos. Contado a modo de diario, es una alegorÃa de la condición humana.
Sólo quedan dos funciones de la obra En tus últimas noches. Pre-estrenada en 2009 en el Rojas en el "Panorama work in progress", estuvo en cartel durante 2010 y 2011, y finaliza el viernes 30 de septiembre.
En tus últimas noches, escrita y dirigida por Francisco Lumerman. Con Adriana Ferrer, Lisandro Penelas, Rosario Varela, José Escobar, Julieta Timossi e Ignacio Torres. Teatro Tiembre 4, Boedo 640. Últimas dos funciones Viernes 23 y 30 de septiembre, a las 23 horas. Reservas por www.timbre4.com o www.alternativateatral.com
En tus últimas noches, escrita y dirigida por Francisco Lumerman. Con Adriana Ferrer, Lisandro Penelas, Rosario Varela, José Escobar, Julieta Timossi e Ignacio Torres. Teatro Tiembre 4, Boedo 640. Últimas dos funciones Viernes 23 y 30 de septiembre, a las 23 horas. Reservas por www.timbre4.com o www.alternativateatral.com
Dos anécdotas con humor inglés, atribuidas a Winston Churchill.
Telegramas intercambiados entre el dramaturgo Bernard Shaw y Churchill.
"Tengo el honor de invitar al digno primer ministro al estreno de mi obra Pigmalión. Venga y traiga un amigo, si lo tiene". Bernard Shaw.
"Agradezco al ilustre escritor la honrosa invitación. Infelizmente, no podré concurrir a la primera presentación. Iré a la segunda, si se realiza". Winston Churchill.
Cuando Churchill cumplió 80 años un fotógrafo menor de 30 fue a retratarlo y le dijo: "Sir Winston, espero fotografiarlo nuevamente cuando cumpla 90".
Respuesta de Churchill: "¿Por qué no? Usted parece bastante saludable".
Telegramas intercambiados entre el dramaturgo Bernard Shaw y Churchill.
"Tengo el honor de invitar al digno primer ministro al estreno de mi obra Pigmalión. Venga y traiga un amigo, si lo tiene". Bernard Shaw.
"Agradezco al ilustre escritor la honrosa invitación. Infelizmente, no podré concurrir a la primera presentación. Iré a la segunda, si se realiza". Winston Churchill.
Cuando Churchill cumplió 80 años un fotógrafo menor de 30 fue a retratarlo y le dijo: "Sir Winston, espero fotografiarlo nuevamente cuando cumpla 90".
Respuesta de Churchill: "¿Por qué no? Usted parece bastante saludable".
Hartford, 6 de noviembre de 1887
Señora: Usted recordará que, en el mes de mayo del corriente año, el señor Eduardo Bright, empleado de la Oficina de Rentas Internas, me escribió hablándome de un impuesto que, según él, yo le debÃa al Gobierno con motivo de unos libros mÃos publicados en Londres, esto es, de un impuesto a la renta sobre los derechos de autor.
No conozco al señor Bright y me resulta embarazoso mantener correspondencia con extraños, porque me he criado en el campo y he vivido siempre allÃ, al principio en el distrito de Marion, Missouri, antes de la guerra y últimamente en el distrito de Hartford, Connecticut, cerca de Bloomfield y a unos doce kilómetros de este lado de Farmington, aunque algunos dicen que son catorce, lo cual es imposible, porque he recorrido a pie esa distancia muchas veces en un tiempo muy inferior a tres horas y el general Hawley dice que lo ha he¬cho en dos horas y cuarto, lo cual es improbable. De modo que me ha parecido preferible escribirle a Su Majestad. Es cierto que no conozco a Su Majestad personalmente, pero sà conozco al alcalde de Londres; y si el resto de la familia es como él, es simplemente justo que se la llame real. Y es asimismo evidente que, en un asunto de familia como éste, lo mejor que puedo hacer en favor de mi situación es presentársele con franqueza al propio jefe de la familia. También conocà al prÃncipe de Gales en el otoño de 1873, pero no en forma familiar, sino completamente extraoficial, por lo casual, y que fue, desde luego, una sorpresa para ambos. Yo estaba en la calle Oxford, en el preciso lugar donde se pasa de Oxford a Regent Circus, y cuando el prÃncipe apareció por un lado del cÃrculo a la cabeza de un desfile, yo me alejaba del otro lado en el imperial de un autobús. El prÃncipe me recordará, sin duda, a causa de la levita gris con bolsillos colgantes que usaba yo, ya que yo era el único pasajero del autobús que lucÃa semejante levita. Yo lo recuerdo a él, desde luego, con la misma facilidad con que recordarÃa un cometa. El prÃncipe tenÃa un aspecto muy orgulloso y satisfecho, lo que esto no es de extrañar, ya que tiene un excelente empleo. Y en cierta oportunidad visité a Su Majestad, pero su Majestad habÃa salido.
Pero esto no importa, son cosas que le pueden pasar a cualquiera. De todos modos, me he apartado un poco de lo que estaba diciendo. Las cosas ocurrieron asÃ. El joven Bright les escribió a mis editores de Londres, Chatto y Windus -sus oficinas están a la izquierda conforme se baja por Piccadilly, una manzana y media, poco más o menos, después de pasar por el music-hall de actores cómicos negros-, les escribió, decÃa, manifestándoles que debÃan pagar el impuesto a la renta sobre los derechos de varios autores extranjeros, a saber “Miss De la Ramé (Ouida), el doctor Oliver Wendell Holmes, el señor Francis Bret Harte y el señor Mark Twain”. Pues bien: el señor Chatto apartó al joven Bright de los otros y trató de apartarlo de mÃ, pero en este caso fracasó. De modo que el joven Bright me escribió a mÃ. Y no sólo eso, sino que me envió un documento impreso del tamaño de un periódico para que yo estampara mi firma en diversos sitios. Se trata de un documento que, cuanto más se estudia, más le so¬cava a uno el terreno que pisa y más inseguro le hace parecer todo, y por ello, estando en esas condiciones y sin ser verdaderamente responsable de mis actos, le escribà al señor Chatto que pagara el impuesto y lo cargara en mi cuenta. Desde luego, yo creÃa que se trataba de pagar solamente el impuesto de un año y que el impuesto serÃa tan sólo del uno por ciento, poco más o menos, pero anoche me encontré con el profesor Sloane de Princeton -quizá Su Majestad no lo conozca, pero es probable que lo haya visto de vez en cuando, porque va a Inglaterra a menudo y es un hombre corpulento y muy bien parecido y sumido en cavilaciones, y si Su Majestad advierte en un andén a un hombre asà cuando el tren se ha marchado, se trata de él, que se queda generalmente colgado, como todos esos especialistas y demás eruditos, que lo saben todo menos la manera de aplicarlo-, ¡y el profesor dijo que se trataba de un impuesto atrasado durante tres años y no del uno por ciento, sino del dos y medio!
Esto le dio a lo que parecÃa un asunto de poca monta un nuevo aspecto. Entonces comencé a estudiar de nuevo el documento impreso, para ver si podÃa encontrar en él algo susceptible de modificar mi situación, y obtuve lo que podrÃa calificarse de éxito lisonjero. Por ejemplo, se inicia asÃ, con urbanidad y cortesÃa, como lo son siempre los documentos ingleses -no lo digo por oÃrme hablar a mà mismo, es simplemente un hecho- y es justo consignar ese comienzo:
“Al Sr. Mark Twain: EN CUMPLIMIENTO de las Leyes del Parlamento para el otorgamiento a Su Majestad de los derechos de aduana y beneficios”, etcétera.
Yo no habÃa advertido esto anteriormente. SuponÃa que aquello iba a manos del Gobierno y por eso le habÃa escrito al Gobierno, pero ahora noté que se trataba de un asunto privado, de un asunto de familia y que las ganancias iban a parar a manos de Su Majestad, no a las del Gobierno. Siempre prefiero tratar con los patrones y me alegro de haber notado esa cláusula. Con un patrón siempre puede llegarse a un entendimiento justo y equitativo, trátese de patatas o de continentes o de cualquiera de esas cosas o de algo completamente distinto, porque la proporción o naturaleza del asunto no altera el hecho. En cambio, por regla general, un subalterno resulta más o menos difÃcil de contentar. Y, con todo, esto que digo no va dirigido contra ellos, sino todo lo contrario. Los subalternos tienen deberes que cumplir y deben sujetarse a reglas y no se les ha de permitir elasticidad alguna en ese sentido. ¡Si Su Majestad le diera elasticidad al joven Bright -me refiero a dejar las cosas a su arbitrio- cabe suponer que Bright dejarÃa en la calle a Su Majestad al cabo de dos o tres años! No lo harÃa con intención de poner en apuros a la familia, pero el resultado serÃa el mismo. Y bien: estando Bright al margen del asunto, esto no será, por cierto, la cuestión irlandesa. Se ha de solucionar grata y satisfactoriamente para todos nosotros, y cuando esté terminado, Su Majestad quedará conforme con el pueblo norteamericano como lo ha estado durante cincuenta años y, sin duda, ningún monarca puede pedir cosa mejor de un paÃs extranjero. No todos los norteamericanos pagan el impuesto a la renta inglés, pero la mayorÃa lo harán eventualmente, ya que cada año aparecen pléyades de escritores nuevos, y más de cuatro quintos de la población del Canadá está integrada por norteamericanos ricos, y este número va aumentando.
Ahora bien: otra cosa que he notado en el documento, fue una partida de “Descuento”. Luego hablaré de eso, Majestad. Y otro aspecto es el siguiente: que en el documento no se habla para nada de los escritores. No. Tenemos “Canteras, Minas, Fundiciones, Fuentes de Agua Salada, Minas de Alumbre, Abastecimiento de Agua, Canales, Muelles, Desagues, Nivelaciones, Ferias, PesquerÃas, Peajes, Puentes, Ferryboats”, etc., etc..., creo que un metro o un metro y medio de enumeraciones. Sea como fuere una cantidad muy grande. Yo seguà leyendo, cada vez más cerca y más cerca y más cerca del final de la lista, y mis esperanzas crecÃan al advertir que todo lo existente en Inglaterra, hasta ahÃ, estaba gravado por su nombre y en detalle, salvo quizá la familia y posiblemente el Parlamento, y con todo, no se mencionaba aún a los escritores. Al parecer se pasaba por alto a éstos. ¡Y por cierto que asà era! ¡Mi corazón dio un gran salto! Pero me habÃa apurado en exceso. Al pie habÃa una llamada de puño y letra del señor Bright, que decÃa: “Usted está gravado de acuerdo con el cuadro D, sección 14”. Miré el lugar indicado y encontré estas tres denominaciones: “Comercios, Oficinas, Fábricas de Gas”.
Desde luego, después de haberlo meditado un momento, las esperanzas resucitaron en mà y luego tuve la certeza: el señor Bright estaba equivocado y, evidentemente, se habÃa desviado del buen camino. Porque el trabajo del escritor no es un comercio, es una inspiración: el escritor no tiene oficina, su aposento está bajo toda la extensión del cielo y dondequiera soplan los vientos y brilla el sol y son libres los seres de Dios. Y bien: dado que no tengo comercio ni oficina, ni estoy sujeto a impuesto de acuerdo con el cuadro la sección 14. Su Majestad verá, pues, que debo pasar ahora a esa otra sección a que me referÃa, la de los Descuentos, esto es, de los descuentos que pueden hacerse a mi impuesto. El señor Bright dice que los descuentos que puedo solicitar deben limitarse a lo proveÃdo en el párrafo 8, titulado “Deterioro y Desgaste de la Maquinaria o Fábrica”. Esto es curioso y revela cuán lejos ha llegado el señor Bright en el erróneo camino, después de su desacertada partida, porque las oficinas y comercios no tienen fábrica, no tienen maquinaria, jamás se ha oÃdo hablar de tal cosa. Y además, no se deterioran ni desgastan. Su Majestad notará esto y la exactitud de mis palabras. He aquà el párrafo 8:
Monto reclamado con descuento por el valor disminuido en razón del Desgaste y Deterioro, cuando la Maquinaria o Fábrica pertenecen a la Persona o CompañÃa a cargo de la Empresa o es concedida a dicha Persona o CompañÃa en forma tal que el Concesionario queda obligado a conservar y entregar la misma en buenas condiciones:
Monto, ₤: _____________
Eso es asÃ, según palabras textuales.
Yo podÃa contestarle al Selor Bright en la forma siguiente:
“Me enorgullece declarar que mi cerebro es mi fábrica, y no solicito descuento alguno por disminución de valor a causa de deterioro o desgaste, por cuanto aquél no se deteriora ni desgasta, sino que se conserva siempre sólido y entero. SÃ, yo podrÃa decirle al señor Bright: mi cerebro es mi fábrica, mi cráneo mi taller, mi mano mi maquinaria y yo soy la persona que dirige la empresa. Ésta no se halla arrendada a nadie, de modo que no hay concesionario alguno obligado a conservar y entregar la misma en buenas condiciones. Eso es”. No pretendo, en manera alguna, exagerar el valor de este argumento y respuesta, escrito asÃ, al correr de la pluma y en que ni una sola de las palabras altera la forma primitiva como lo escribÃ, Majestad, pero en realidad esto parece pulverizar a ese joven, como Su Majestad misma podrá notarlo. Pero no digo más: me detengo aquÃ. No acostumbro a perseguir a una persona cuando la he derribado.
Después de haberle demostrado a Su Majestad que no estoy sujeto a impuesto, sino que soy vÃctima del error de un empleado que confunde la naturaleza de mi comercio, sólo me resta pedir que Su Majestad anule, por justicia, la carta a que me refiero, a fin de que mi editor pueda recuperar ese dinero del impuesto que, en la confusión y extravÃo causados por dicho documento, le ordené pagar. Su Majestad no echará de menos la suma, pero este año es difÃcil para los escritores, y en cuanto a conferencias, no sé si Su Majestad habrá visto en alguna ocasión una temporada tan aburrida.
Con grande y creciente respeto, un servidor de Su Majestad queda a sus órdenes.
MARK TWAIN
A Su Majestad la reina, Londres.
Señora: Usted recordará que, en el mes de mayo del corriente año, el señor Eduardo Bright, empleado de la Oficina de Rentas Internas, me escribió hablándome de un impuesto que, según él, yo le debÃa al Gobierno con motivo de unos libros mÃos publicados en Londres, esto es, de un impuesto a la renta sobre los derechos de autor.
No conozco al señor Bright y me resulta embarazoso mantener correspondencia con extraños, porque me he criado en el campo y he vivido siempre allÃ, al principio en el distrito de Marion, Missouri, antes de la guerra y últimamente en el distrito de Hartford, Connecticut, cerca de Bloomfield y a unos doce kilómetros de este lado de Farmington, aunque algunos dicen que son catorce, lo cual es imposible, porque he recorrido a pie esa distancia muchas veces en un tiempo muy inferior a tres horas y el general Hawley dice que lo ha he¬cho en dos horas y cuarto, lo cual es improbable. De modo que me ha parecido preferible escribirle a Su Majestad. Es cierto que no conozco a Su Majestad personalmente, pero sà conozco al alcalde de Londres; y si el resto de la familia es como él, es simplemente justo que se la llame real. Y es asimismo evidente que, en un asunto de familia como éste, lo mejor que puedo hacer en favor de mi situación es presentársele con franqueza al propio jefe de la familia. También conocà al prÃncipe de Gales en el otoño de 1873, pero no en forma familiar, sino completamente extraoficial, por lo casual, y que fue, desde luego, una sorpresa para ambos. Yo estaba en la calle Oxford, en el preciso lugar donde se pasa de Oxford a Regent Circus, y cuando el prÃncipe apareció por un lado del cÃrculo a la cabeza de un desfile, yo me alejaba del otro lado en el imperial de un autobús. El prÃncipe me recordará, sin duda, a causa de la levita gris con bolsillos colgantes que usaba yo, ya que yo era el único pasajero del autobús que lucÃa semejante levita. Yo lo recuerdo a él, desde luego, con la misma facilidad con que recordarÃa un cometa. El prÃncipe tenÃa un aspecto muy orgulloso y satisfecho, lo que esto no es de extrañar, ya que tiene un excelente empleo. Y en cierta oportunidad visité a Su Majestad, pero su Majestad habÃa salido.
Pero esto no importa, son cosas que le pueden pasar a cualquiera. De todos modos, me he apartado un poco de lo que estaba diciendo. Las cosas ocurrieron asÃ. El joven Bright les escribió a mis editores de Londres, Chatto y Windus -sus oficinas están a la izquierda conforme se baja por Piccadilly, una manzana y media, poco más o menos, después de pasar por el music-hall de actores cómicos negros-, les escribió, decÃa, manifestándoles que debÃan pagar el impuesto a la renta sobre los derechos de varios autores extranjeros, a saber “Miss De la Ramé (Ouida), el doctor Oliver Wendell Holmes, el señor Francis Bret Harte y el señor Mark Twain”. Pues bien: el señor Chatto apartó al joven Bright de los otros y trató de apartarlo de mÃ, pero en este caso fracasó. De modo que el joven Bright me escribió a mÃ. Y no sólo eso, sino que me envió un documento impreso del tamaño de un periódico para que yo estampara mi firma en diversos sitios. Se trata de un documento que, cuanto más se estudia, más le so¬cava a uno el terreno que pisa y más inseguro le hace parecer todo, y por ello, estando en esas condiciones y sin ser verdaderamente responsable de mis actos, le escribà al señor Chatto que pagara el impuesto y lo cargara en mi cuenta. Desde luego, yo creÃa que se trataba de pagar solamente el impuesto de un año y que el impuesto serÃa tan sólo del uno por ciento, poco más o menos, pero anoche me encontré con el profesor Sloane de Princeton -quizá Su Majestad no lo conozca, pero es probable que lo haya visto de vez en cuando, porque va a Inglaterra a menudo y es un hombre corpulento y muy bien parecido y sumido en cavilaciones, y si Su Majestad advierte en un andén a un hombre asà cuando el tren se ha marchado, se trata de él, que se queda generalmente colgado, como todos esos especialistas y demás eruditos, que lo saben todo menos la manera de aplicarlo-, ¡y el profesor dijo que se trataba de un impuesto atrasado durante tres años y no del uno por ciento, sino del dos y medio!
Esto le dio a lo que parecÃa un asunto de poca monta un nuevo aspecto. Entonces comencé a estudiar de nuevo el documento impreso, para ver si podÃa encontrar en él algo susceptible de modificar mi situación, y obtuve lo que podrÃa calificarse de éxito lisonjero. Por ejemplo, se inicia asÃ, con urbanidad y cortesÃa, como lo son siempre los documentos ingleses -no lo digo por oÃrme hablar a mà mismo, es simplemente un hecho- y es justo consignar ese comienzo:
“Al Sr. Mark Twain: EN CUMPLIMIENTO de las Leyes del Parlamento para el otorgamiento a Su Majestad de los derechos de aduana y beneficios”, etcétera.
Yo no habÃa advertido esto anteriormente. SuponÃa que aquello iba a manos del Gobierno y por eso le habÃa escrito al Gobierno, pero ahora noté que se trataba de un asunto privado, de un asunto de familia y que las ganancias iban a parar a manos de Su Majestad, no a las del Gobierno. Siempre prefiero tratar con los patrones y me alegro de haber notado esa cláusula. Con un patrón siempre puede llegarse a un entendimiento justo y equitativo, trátese de patatas o de continentes o de cualquiera de esas cosas o de algo completamente distinto, porque la proporción o naturaleza del asunto no altera el hecho. En cambio, por regla general, un subalterno resulta más o menos difÃcil de contentar. Y, con todo, esto que digo no va dirigido contra ellos, sino todo lo contrario. Los subalternos tienen deberes que cumplir y deben sujetarse a reglas y no se les ha de permitir elasticidad alguna en ese sentido. ¡Si Su Majestad le diera elasticidad al joven Bright -me refiero a dejar las cosas a su arbitrio- cabe suponer que Bright dejarÃa en la calle a Su Majestad al cabo de dos o tres años! No lo harÃa con intención de poner en apuros a la familia, pero el resultado serÃa el mismo. Y bien: estando Bright al margen del asunto, esto no será, por cierto, la cuestión irlandesa. Se ha de solucionar grata y satisfactoriamente para todos nosotros, y cuando esté terminado, Su Majestad quedará conforme con el pueblo norteamericano como lo ha estado durante cincuenta años y, sin duda, ningún monarca puede pedir cosa mejor de un paÃs extranjero. No todos los norteamericanos pagan el impuesto a la renta inglés, pero la mayorÃa lo harán eventualmente, ya que cada año aparecen pléyades de escritores nuevos, y más de cuatro quintos de la población del Canadá está integrada por norteamericanos ricos, y este número va aumentando.
Ahora bien: otra cosa que he notado en el documento, fue una partida de “Descuento”. Luego hablaré de eso, Majestad. Y otro aspecto es el siguiente: que en el documento no se habla para nada de los escritores. No. Tenemos “Canteras, Minas, Fundiciones, Fuentes de Agua Salada, Minas de Alumbre, Abastecimiento de Agua, Canales, Muelles, Desagues, Nivelaciones, Ferias, PesquerÃas, Peajes, Puentes, Ferryboats”, etc., etc..., creo que un metro o un metro y medio de enumeraciones. Sea como fuere una cantidad muy grande. Yo seguà leyendo, cada vez más cerca y más cerca y más cerca del final de la lista, y mis esperanzas crecÃan al advertir que todo lo existente en Inglaterra, hasta ahÃ, estaba gravado por su nombre y en detalle, salvo quizá la familia y posiblemente el Parlamento, y con todo, no se mencionaba aún a los escritores. Al parecer se pasaba por alto a éstos. ¡Y por cierto que asà era! ¡Mi corazón dio un gran salto! Pero me habÃa apurado en exceso. Al pie habÃa una llamada de puño y letra del señor Bright, que decÃa: “Usted está gravado de acuerdo con el cuadro D, sección 14”. Miré el lugar indicado y encontré estas tres denominaciones: “Comercios, Oficinas, Fábricas de Gas”.
Desde luego, después de haberlo meditado un momento, las esperanzas resucitaron en mà y luego tuve la certeza: el señor Bright estaba equivocado y, evidentemente, se habÃa desviado del buen camino. Porque el trabajo del escritor no es un comercio, es una inspiración: el escritor no tiene oficina, su aposento está bajo toda la extensión del cielo y dondequiera soplan los vientos y brilla el sol y son libres los seres de Dios. Y bien: dado que no tengo comercio ni oficina, ni estoy sujeto a impuesto de acuerdo con el cuadro la sección 14. Su Majestad verá, pues, que debo pasar ahora a esa otra sección a que me referÃa, la de los Descuentos, esto es, de los descuentos que pueden hacerse a mi impuesto. El señor Bright dice que los descuentos que puedo solicitar deben limitarse a lo proveÃdo en el párrafo 8, titulado “Deterioro y Desgaste de la Maquinaria o Fábrica”. Esto es curioso y revela cuán lejos ha llegado el señor Bright en el erróneo camino, después de su desacertada partida, porque las oficinas y comercios no tienen fábrica, no tienen maquinaria, jamás se ha oÃdo hablar de tal cosa. Y además, no se deterioran ni desgastan. Su Majestad notará esto y la exactitud de mis palabras. He aquà el párrafo 8:
Monto reclamado con descuento por el valor disminuido en razón del Desgaste y Deterioro, cuando la Maquinaria o Fábrica pertenecen a la Persona o CompañÃa a cargo de la Empresa o es concedida a dicha Persona o CompañÃa en forma tal que el Concesionario queda obligado a conservar y entregar la misma en buenas condiciones:
Monto, ₤: _____________
Eso es asÃ, según palabras textuales.
Yo podÃa contestarle al Selor Bright en la forma siguiente:
“Me enorgullece declarar que mi cerebro es mi fábrica, y no solicito descuento alguno por disminución de valor a causa de deterioro o desgaste, por cuanto aquél no se deteriora ni desgasta, sino que se conserva siempre sólido y entero. SÃ, yo podrÃa decirle al señor Bright: mi cerebro es mi fábrica, mi cráneo mi taller, mi mano mi maquinaria y yo soy la persona que dirige la empresa. Ésta no se halla arrendada a nadie, de modo que no hay concesionario alguno obligado a conservar y entregar la misma en buenas condiciones. Eso es”. No pretendo, en manera alguna, exagerar el valor de este argumento y respuesta, escrito asÃ, al correr de la pluma y en que ni una sola de las palabras altera la forma primitiva como lo escribÃ, Majestad, pero en realidad esto parece pulverizar a ese joven, como Su Majestad misma podrá notarlo. Pero no digo más: me detengo aquÃ. No acostumbro a perseguir a una persona cuando la he derribado.
Después de haberle demostrado a Su Majestad que no estoy sujeto a impuesto, sino que soy vÃctima del error de un empleado que confunde la naturaleza de mi comercio, sólo me resta pedir que Su Majestad anule, por justicia, la carta a que me refiero, a fin de que mi editor pueda recuperar ese dinero del impuesto que, en la confusión y extravÃo causados por dicho documento, le ordené pagar. Su Majestad no echará de menos la suma, pero este año es difÃcil para los escritores, y en cuanto a conferencias, no sé si Su Majestad habrá visto en alguna ocasión una temporada tan aburrida.
Con grande y creciente respeto, un servidor de Su Majestad queda a sus órdenes.
MARK TWAIN
A Su Majestad la reina, Londres.
Red Hot Chili Peppers, Guns N' Roses, Maná, Eric Clapton, Justin Bieber, Aerosmith, Roger Waters, Katy Perry, Lenny Kravitz, Faith no More, Judas Priest, Stone Temple Pilots, Tears for Fears, Peter Gabriel, Whitesnake, Erasure, Ricky Martin, Rod Stewart, Deep Purple, Nick Jonas, Sonic Youth, The Kills, Chayanne, Chris Cornell, Ringo Starr, Serrat/Sabina, Bad Religion, Mike Patton, Luis Fonsi, Britney Spears, El cuarteto de Nos, Marianne Faithfull, Franco De Vita, Duff McKaggan, Damian "Jr Gong" Marley, The Strokes, Beady Eye, Goldfrapp, The Kills, White Lies, Beto Cuevas, Broken Social Scene, The Kills, Toro y Moi, System of a Down, Juan Luis Guerra, Black Rebel Motorcycle Club, Pearl Jam, David Bisbal, Megadeth, Snow Patrol, Primal Scream, INXS, Calle 13, Silvio RodrÃguez, Sade...
Eels (de gira por Europa, Estados Unidos y Canadá, presentando sus tres discos editados en un año)
Wilco (de gira por Estados Unidos, Canadá y Europa... y vuelta a Estados Unidos, con disco nuevo)
Robyn Hitchcock (de gira por Europa, Israel y Estados Unidos, reeditando disco)
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Autoras: MarÃa Rosa Pfeiffer, Laura Coton y Patricia Suárez. Dirección general y puesta en escena: Paula Etchebehere. Elenco: Maia Francia, MarÃa Rosa Pfeiffer, Raquel Albéniz, MarÃa Forni, Silvia Trawier y Romina Michelizzi. Vestuario: MarÃa Valeria Tuozzo. Diseño de luces y escenografÃa: Magali Acha. Asesoramiento en dirección de actores: Raquel Albéniz. Asesoramiento vocal: Fernanda LavÃa. Tema original de apertura y cierre: Lautaro Cottet. FotografÃa: Alejandra López. Prensa: Ayni Comunicación. Trailer de prensa: Javier Olivera, Fito Pochat. Operación técnica: Leonardo Giardina. Asistencia técnica: Leilen Araudo. Asistencia de Dirección: Daniela MartÃnez. En el Teatro del Pueblo, Av. Roque Sáenz Peña 943. Tel. 4326-3606. Todos los jueves a las 20.30 horas.
Semejante despliegue de personal técnico da cuenta de la seriedad con que se ha asumido llevar a escena esta notable obra de MarÃa Rosa Pfeiffer, Laura Coton y Patricia Suárez. Y el esfuerzo valió la pena porque se ha obtenido una bella puesta.
Para empezar se ha contado con un texto hermoso, digno de que se edite en libro para disfrutar su lectura. En realidad de se trata de monólogos que están inteligentemente entrelazados para que funcionen como diálogos. Estos parlamentos transmiten con convicción el perfil de seis mujeres campesinas condenadas a vivir en la explotación, la miseria y el tedio. Además, es inevitable que sean asaltadas por todo tipo de supersticiones, creencias y pasiones. Poco a poco el espectador se va enterando que ellas se quedaron solas porque los hombres han salido a luchar por sus reivindicaciones sociales y laborales. Este tema de la rebelión agraria –que no es otra que la de Alcorta, en la provincia de Santa Fe, que se inició el 25 de junio de 1912-, suena como un comentario de esos dramas personales y adquiere la resonancia de un moderno coro griego.
Las excelentes actuaciones transmiten con impecable dicción las entonaciones emotivas de los personajes y los cuerpos se mueven expresivamente a la vez que componen una suerte de coreografÃa.
Otro hallazgo es el diseño de luces y escenografÃa de Magali Acha, a la que le bastan unos simples simulacros de troncos y un alambre que entretejen las intérpretes para trazar con suma sÃntesis un sugestivo ambiente rural. Logrado el vestuario de MarÃa Valeria Tuozzo.
Paula Etchebehere despliega en su trabajo una destreza teatral que se patentiza en la dirección de actores y en la obtención de un clima tan poético como contundente.
El resto del equipo demuestra laboriosidad y un incuestionable profesionalismo.
Germán Cáceres
Semejante despliegue de personal técnico da cuenta de la seriedad con que se ha asumido llevar a escena esta notable obra de MarÃa Rosa Pfeiffer, Laura Coton y Patricia Suárez. Y el esfuerzo valió la pena porque se ha obtenido una bella puesta.
Para empezar se ha contado con un texto hermoso, digno de que se edite en libro para disfrutar su lectura. En realidad de se trata de monólogos que están inteligentemente entrelazados para que funcionen como diálogos. Estos parlamentos transmiten con convicción el perfil de seis mujeres campesinas condenadas a vivir en la explotación, la miseria y el tedio. Además, es inevitable que sean asaltadas por todo tipo de supersticiones, creencias y pasiones. Poco a poco el espectador se va enterando que ellas se quedaron solas porque los hombres han salido a luchar por sus reivindicaciones sociales y laborales. Este tema de la rebelión agraria –que no es otra que la de Alcorta, en la provincia de Santa Fe, que se inició el 25 de junio de 1912-, suena como un comentario de esos dramas personales y adquiere la resonancia de un moderno coro griego.
Las excelentes actuaciones transmiten con impecable dicción las entonaciones emotivas de los personajes y los cuerpos se mueven expresivamente a la vez que componen una suerte de coreografÃa.
Otro hallazgo es el diseño de luces y escenografÃa de Magali Acha, a la que le bastan unos simples simulacros de troncos y un alambre que entretejen las intérpretes para trazar con suma sÃntesis un sugestivo ambiente rural. Logrado el vestuario de MarÃa Valeria Tuozzo.
Paula Etchebehere despliega en su trabajo una destreza teatral que se patentiza en la dirección de actores y en la obtención de un clima tan poético como contundente.
El resto del equipo demuestra laboriosidad y un incuestionable profesionalismo.
Germán Cáceres
Esos tesoros configuraban el rostro de la casa, eran lo objetos de un culto de religiones particulares. Cada uno en su lugar, los hábitos los habÃan hecho necesarios, los recuerdos los habÃan embellecido, y la patria Ãntima que contribuÃan a fundar les otorgaba valor. Pero se creyó que eran valiosos por si mismos, se los arrancó de su chimenea, de su mesa, de su pared, y se los amontonó en completo desorden, de modo que lo que ahora hay allà son sólo objetos de bazar que muestran su desgaste. Las reliquias piadosas dan náuseas cuando se las amontona.
Piloto de guerra, de Antoine de Saint-Exupéry
Wilco, quizás la mejor banda del mundo, anunció la salida de su octavo disco de estudio y para ir adelantando algo salieron con un videito de un tema incluÃdo en la edición deluxe que puede adquirirse on line, el cover de Nick Lowe "I love my label".
El nuevo álbum, el primero que Wilco sacará por su nuevo sello dBpm, se llamará The Whole Love y estará a la venta (en el resto del mundo, claro) desde el 27 de septiembre.
Uno de los bonus tracks incluidos en la versión de lujo que puede conseguirse a través de la página oficial de la banda es un cover del tema de Nick Lowe "I love my label".
Como anticipo ya hay un video, dirigido por el baterista de Fugazi, Brendan Canty, y Cristoph Green. Allà se puede ver Jeff Tweedy y el resto de la banda en el estudio.
El nuevo álbum, el primero que Wilco sacará por su nuevo sello dBpm, se llamará The Whole Love y estará a la venta (en el resto del mundo, claro) desde el 27 de septiembre.
Uno de los bonus tracks incluidos en la versión de lujo que puede conseguirse a través de la página oficial de la banda es un cover del tema de Nick Lowe "I love my label".
Como anticipo ya hay un video, dirigido por el baterista de Fugazi, Brendan Canty, y Cristoph Green. Allà se puede ver Jeff Tweedy y el resto de la banda en el estudio.