Otros gritos

Autoras: María Rosa Pfeiffer, Laura Coton y Patricia Suárez. Dirección general y puesta en escena: Paula Etchebehere. Elenco: Maia Francia, María Rosa Pfeiffer, Raquel Albéniz, María Forni, Silvia Trawier y Romina Michelizzi. Vestuario: María Valeria Tuozzo. Diseño de luces y escenografía: Magali Acha. Asesoramiento en dirección de actores: Raquel Albéniz. Asesoramiento vocal: Fernanda Lavía. Tema original de apertura y cierre: Lautaro Cottet. Fotografía: Alejandra López. Prensa: Ayni Comunicación. Trailer de prensa: Javier Olivera, Fito Pochat. Operación técnica: Leonardo Giardina. Asistencia técnica: Leilen Araudo. Asistencia de Dirección: Daniela Martínez. En el Teatro del Pueblo, Av. Roque Sáenz Peña 943. Tel. 4326-3606. Todos los jueves a las 20.30 horas.


Semejante despliegue de personal técnico da cuenta de la seriedad con que se ha asumido llevar a escena esta notable obra de María Rosa Pfeiffer, Laura Coton y Patricia Suárez. Y el esfuerzo valió la pena porque se ha obtenido una bella puesta.

Para empezar se ha contado con un texto hermoso, digno de que se edite en libro para disfrutar su lectura. En realidad de se trata de monólogos que están inteligentemente entrelazados para que funcionen como diálogos. Estos parlamentos transmiten con convicción el perfil de seis mujeres campesinas condenadas a vivir en la explotación, la miseria y el tedio. Además, es inevitable que sean asaltadas por todo tipo de supersticiones, creencias y pasiones. Poco a poco el espectador se va enterando que ellas se quedaron solas porque los hombres han salido a luchar por sus reivindicaciones sociales y laborales. Este tema de la rebelión agraria –que no es otra que la de Alcorta, en la provincia de Santa Fe, que se inició el 25 de junio de 1912-, suena como un comentario de esos dramas personales y adquiere la resonancia de un moderno coro griego.

Las excelentes actuaciones transmiten con impecable dicción las entonaciones emotivas de los personajes y los cuerpos se mueven expresivamente a la vez que componen una suerte de coreografía.

Otro hallazgo es el diseño de luces y escenografía de Magali Acha, a la que le bastan unos simples simulacros de troncos y un alambre que entretejen las intérpretes para trazar con suma síntesis un sugestivo ambiente rural. Logrado el vestuario de María Valeria Tuozzo.

Paula Etchebehere despliega en su trabajo una destreza teatral que se patentiza en la dirección de actores y en la obtención de un clima tan poético como contundente.

El resto del equipo demuestra laboriosidad y un incuestionable profesionalismo.

Germán Cáceres

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