Premios, celebraciones y política
El escritor irlandés John Banville criticó duramente las declaraciones de la recientemente premiada con el Nobel de literatura Han Kang quien manifestó que no celebrará su galardón en protesta por las muertes que provocan las guerras.
Banville entra en contradicción con sus dichos anteriores porque sostenía que quienes hacen literatura no deben mezclarse en cuestiones políticas ya que la política es un asunto muy sucio y siempre lo ha sido.
Justamente las guerras se generan por factores económicos y políticos, son colosales negocios camuflados de luchas interreligiosas e interétnicas.
J.Banville ha cuestionado también que Han expusiera que no realizará demasiadas apariciones mediáticas si persisten los conflictos bélicos. Banville ha dicho que “los artistas tienen la responsabilidad de no hacer declaraciones estúpidas”.
Nosotros apoyamos la actitud rebelde de la surcoreana Han Kang que decide alzar la voz rasgando los velos de la hipocresía vigente a nivel mundial.
La "corrección política" suele ser una forma de complicidad con el injusto y perverso orden establecido.
No nos parece estúpido no prestarse a ser parte de la “sociedad del espectáculo” que todo los banaliza en los medios televisivos, radiales y hasta en las redes sociales
Han Kang, a quien Banville se jacta de no haber leído jamás libros de H.Kang, lo cual muestra que su crítica se dirige contra alguien a quien desconoce.
Han Kang, es autora de libros de poesía pero se ha destacado principalmente su prosa que se caracteriza por un estilo poético y sensual por ejemplo en los cuentos reunidos bajo el título de El amor de Yeosu y también en otras recopilaciones de relatos como El fruto de mi mujer, Caja de lágrimas y el diseño amarillo de la eternidad.
En idioma castellano la editorial Bajo la luna publicó en un solo volumen tres relatos que están relacionados: La vegetariana, La mancha mongólica y Los árboles en llamas.
Han Kang se inspiró para la escritura de este último cuento en un verso de Yi Sang referido a la ocupación militar del imperio japonés en Corea que dice: "Creo que las personas deberían ser plantas".
Toda una definición contra la violencia artillada, toda una proclama.
Carlos A. Solero
Banville entra en contradicción con sus dichos anteriores porque sostenía que quienes hacen literatura no deben mezclarse en cuestiones políticas ya que la política es un asunto muy sucio y siempre lo ha sido.
Justamente las guerras se generan por factores económicos y políticos, son colosales negocios camuflados de luchas interreligiosas e interétnicas.
J.Banville ha cuestionado también que Han expusiera que no realizará demasiadas apariciones mediáticas si persisten los conflictos bélicos. Banville ha dicho que “los artistas tienen la responsabilidad de no hacer declaraciones estúpidas”.
Nosotros apoyamos la actitud rebelde de la surcoreana Han Kang que decide alzar la voz rasgando los velos de la hipocresía vigente a nivel mundial.
La "corrección política" suele ser una forma de complicidad con el injusto y perverso orden establecido.
No nos parece estúpido no prestarse a ser parte de la “sociedad del espectáculo” que todo los banaliza en los medios televisivos, radiales y hasta en las redes sociales
Han Kang, a quien Banville se jacta de no haber leído jamás libros de H.Kang, lo cual muestra que su crítica se dirige contra alguien a quien desconoce.
Han Kang, es autora de libros de poesía pero se ha destacado principalmente su prosa que se caracteriza por un estilo poético y sensual por ejemplo en los cuentos reunidos bajo el título de El amor de Yeosu y también en otras recopilaciones de relatos como El fruto de mi mujer, Caja de lágrimas y el diseño amarillo de la eternidad.
En idioma castellano la editorial Bajo la luna publicó en un solo volumen tres relatos que están relacionados: La vegetariana, La mancha mongólica y Los árboles en llamas.
Han Kang se inspiró para la escritura de este último cuento en un verso de Yi Sang referido a la ocupación militar del imperio japonés en Corea que dice: "Creo que las personas deberían ser plantas".
Toda una definición contra la violencia artillada, toda una proclama.
Carlos A. Solero
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