Por John Fante
(Anagrama, Buenos Aires, 2022,285 páginas)
La viuda de John Fante permitió a Stephen Cooper, que estuvo a cargo de la edición de este libro, revisar su secreta habitación de trabajo. Y entre apuntes, revistas y manuscritos encontró estos dieciocho cuentos inéditos.
Su prosa moderna, ágil y amena, hecha de oraciones breves, en las cuales abundan los monosílabos e impera el ingenio (por ejemplo en «Póngalo en la cuenta», en «El delincuente» y en «Una mala mujer»). Es evidente la influencia de Hemingway.
En algunos de sus cuentos («Un sujeto monstruosamente listo», por ejemplo) los personajes tienen un lenguaje soez y vulgar, en los cuales todos discuten y pelean.
En «El día que me limpió la lluvia» hay metáforas muy originales y relata la falta de decisión en un tímido que inventa hazañas de todo tipo.
En «Soy un escritor veraz» los protagonistas están insatisfechos con su vida y se quejan por pavadas.
Después de una prosa cortante y filosa, se encuentra en el prologo de la novela Pregúntale al polvo un lenguaje poético con metáforas exquisitas escritas a borbotones. (“…su boca se ablanda, de su boca libertina cuelgan hilos de saliva blanca que parecen de seda…”/”Lo curioso, lo extraño y lo hermoso; una noche llegó envuelta en nubes de perfume una mujer demasiado hermosa para ser de este mundo…”
«Mary Osaka, te quiero» señala cómo la Segunda Guerra Mundial destruyó a parejas colmadas de amor.
«La domesticación de Valenti» presenta una relación enferma entre una pareja y un amigo común. Bordea el disparate.
Muy lograda la historia sobre las alucinaciones de un escritor y de su esposa supersticiosa en «El caso del escritor obsesionado», y hay una hermosa sentencia que dice “En el mundo de los escritores, el sueño y la prosa son hermanos. Si llega la inspiración, si se mueve por la página, las noches son apacibles. Si no hay palabras, no hay sueño…”
En el «El sueño de mamá» el ingenio vuelve a estar presente.
Poético y emotivo es «Los pecados de la madre».
«Hambre» combina la realidad y ficción con suma pericia y nivel creativo.
Su obra influyó en el gran escritor Chales Bukowski.
La traducción de Antonio-Prometeo Moya es magistral.
John Fante (1909-1983) era estadounidense e hijo de inmigrantes italianos de origen humilde. Primero triunfó en Europa antes que en su propio país, donde finalmente fue reconocido en 1987 con el Lifetime Achiviement Award por el PEN. Publicó varias novelas, entre ellas Camino de Los ángeles, Bandini, Pregúntale al polvo.
Germán Cáceres
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