Nuevo video de Morrisey adelanto de su disco “Low In High School”, que se publicará el 17 de noviembre. El álbum fue grabado en Francia, en La Frabrique Studios, y en los
Forum Studios de Roma, con producción de Joe Chiccarelli.
En Moscú Teatro, Camargo 506, los domingos a las 21 horas.
Ficha técnico artística
Dramaturgia: Juan Ignacio Fernández
Actúan: Cecile Caillon, Fernando Morales, Julieta Timossi, Ignacio Torres
Diseño de vestuario: Eugenia Limeses
Diseño de escenografía: Jose Escobar
Diseño de luces: Soledad Ianni
Diseño sonoro: Agustín Valero
Diseño gráfico: Tatiana Schumovich
Asistencia de dirección: Fernanda Pérez Bodria
Producción ejecutiva: Cecilia Santos
Dirección: Lisandro Penelas
Ficha técnico artística
Dramaturgia: Juan Ignacio Fernández
Actúan: Cecile Caillon, Fernando Morales, Julieta Timossi, Ignacio Torres
Diseño de vestuario: Eugenia Limeses
Diseño de escenografía: Jose Escobar
Diseño de luces: Soledad Ianni
Diseño sonoro: Agustín Valero
Diseño gráfico: Tatiana Schumovich
Asistencia de dirección: Fernanda Pérez Bodria
Producción ejecutiva: Cecilia Santos
Dirección: Lisandro Penelas
A propósito de la edición especial por los 50 años de “Strange Days”, el segundo álbum de The Doors, se realizó un videoclip para la
canción que le da título.
Calexico anunció nuevo álbum, que recién saldrá a fines de enero del próximo año. Hay tema, video y anuncio de gira europea y estadounidense.
Calexico anunció la salida de su nuevo álbum, que nos llevó a la costa del Pacífico de Marin, California, y al pueblo natal de El Paso, Texas. Se titula "The Thread That Keeps Us" y se lanzará el 26 de enero de 2018.
La primera canción que compartieron se llama "End of the world with you", y según Joey Burns está inspirado musicalmente por algunas de sus bandas de rock indie favoritas de California (como Pavement, Sebadoh y The Replacements). Es "una especie de canción de amor ambientada en tiempos difíciles". Para presentarla, ha realizado un video con la letra e imágenes aéreas de los viajes de la banda desde El Paso al norte de California, filmados por Craig Schumacher y editados por Jonny Sanders. Sobre el final puede verse a John, Craig y Joey saludando.
El disco ya está disponible para la compra anticipada, en algunas versiones incluyen artículos exclusivos especiales como letras escritas a mano, postales personalizadas de la carretera y copias firmadas de pruebas firmadas, además de copias firmadas del nuevo álbum, sombreros, remeras y más.
Además, los Calexico anunciaron una gira por Europa en marzo, y Estados Unidos en abril.
Calexico anunció la salida de su nuevo álbum, que nos llevó a la costa del Pacífico de Marin, California, y al pueblo natal de El Paso, Texas. Se titula "The Thread That Keeps Us" y se lanzará el 26 de enero de 2018.
La primera canción que compartieron se llama "End of the world with you", y según Joey Burns está inspirado musicalmente por algunas de sus bandas de rock indie favoritas de California (como Pavement, Sebadoh y The Replacements). Es "una especie de canción de amor ambientada en tiempos difíciles". Para presentarla, ha realizado un video con la letra e imágenes aéreas de los viajes de la banda desde El Paso al norte de California, filmados por Craig Schumacher y editados por Jonny Sanders. Sobre el final puede verse a John, Craig y Joey saludando.
El disco ya está disponible para la compra anticipada, en algunas versiones incluyen artículos exclusivos especiales como letras escritas a mano, postales personalizadas de la carretera y copias firmadas de pruebas firmadas, además de copias firmadas del nuevo álbum, sombreros, remeras y más.
Además, los Calexico anunciaron una gira por Europa en marzo, y Estados Unidos en abril.
Documento inédito que muestra al escritor Luis Franco en diciembre de
1980 junto a su mujer Forita y al poeta Carlos Penelas, autor del libro Conversaciones con Luis Franco.
Fue filmado en Súper 8 por Mario Juárez en Parque Centenario.
El genial “Spirit” devolvió a Depeche Mode a los primeros planos, y también al enorme Anton Corbijn, que se luce dirigiendo el video de "Cover Me".
El Cineclub YMCA programa cuatro
películas del finlandés Aki Kaurismäki, uno de los más importantes
realizadores contemporáneos. Como siempre, con entrada libre en
Reconquista 439.
Nacido en Orimattila, Finlandia, el 4 de abril de 1957, Aki Kaurismäki irrumpió a principios de los '80 , junto a su hermano Mika, en lo que se llamó "nuevo cine finlandés" para terminar siendo EL director de su país por excelencia, a fuerza de una filmografía sólida, original y de amplia resonancia internacional.
Se distinguió como un autor genuino y original con su primera película, Crimen y castigo (1983), una adaptación de Dostoyevski a la vida moderna, sin duda en deuda con Buñuel por lo despiadada y con Bresson por lo rigurosa, pero que introduce claramente un estilo que, con los filmes que la siguieron, se ha identificado como el de Aki Kaurismäki: minimalista, lacónico y ascético, pero también hondamente emocional y humorístico.
Sombras en el Paraíso (1986), la historia de amor de un conductor de camión de basura y una cajera de supermercado, fue el primer eslabón de la que sería conocida -junto con Ariel (1988) y La chica de la fábrica de fósforos (1990)- como su «trilogía proletaria», y mostró lo que quizás identifique como línea conductora toda su obra: historias de gente marginal con grandeza y orgullo, severas en su mirada crítica al mundo contemporáneo pero tiernas en el tratamiento de unos personajes que mantienen su dignidad por más dura que sea su lucha por la supervivencia. El crítico y estudioso Sakari Toiviainen identifica la «imaginación melodramática» como la fuerza aglutinante de los diversos elementos de estas obras, un «universo moral» con claras dicotomías, con virajes abruptos y composiciones en el relato, y por último con una música que juega un rol fundamental como vehículo de recuerdos y sentimientos sin expresar.
En síntesis, quizás pueda decirse que es la curiosa tensión entre el ascetismo y el melodrama lo que aporta la esencia del estilo y la originalidad de Aki Kaurismäki. Curiosamente, éstas son características que conectan su obra con la tradición cultural y sentimental del pueblo finlandés. Nosotros los finlandeses, la nación «que calla en dos idiomas» (B. Brecht), somos conocidos como un pueblo parco y de pocos gestos, aunque hondamente emocional por dentro y propensos al sentimentalismo. La autocomplaciencia inherente al sentimentalismo, sin embargo, es algo a lo que Kaurismäki nunca condesciende, lo que tal vez sea uno de los motivos por los que fue mucho más admirado en el extranjero que en su propio país, hasta su éxito más reciente.
La vena inaugurada por la «trilogía proletaria» continuó con dos películas filmadas en el extranjero y en otros idiomas, Yo contraté a un asesino a sueldo (1990) en Londres y en inglés, con el actor francés Jean-Pierre Léaud en el papel principal, y Vida de bohemio (1992), en París y en francés. El universo de estas historias, sin embargo, es indudablemente tan Kaurismäki con el de sus películas rodadas en Finlandia. Juha (1999) lleva el lenguaje melodramático al extremo: una película muda con banda sonora musical que termina en una despiadada tragedia. Nubes pasajeras (1996), por su parte, es el comienzo de una nueva trilogía, la de los indigentes, los desempleados, los sin techo, y tiene un final feliz. En un mundo donde cada día hay menos esperanza, el artista se siente obligado a ofrecer algo de ella en su universo de fantasía.
Pero además de estas películas existe otra línea en la obra de Aki Kaurismäki, quizás más difícil de definir. Son travesuras, hechas como regla sin guión, comedias irónicas en apariencia que presentan un costado audaz de la misma visión crítica de la sociedad, su indiferencia y su frialdad, que yace en toda su obra: Calamari Union (1985), Hamlet va en viaje de negocios (1987), Leningrad Cowboys Go America (1989) y Leningrad Cowboys Meet Moses (1994). Agárrate el pañuelo Tatiana (1994) es un caso un poco diferente, un retrato nostálgico de la Finlandia de los sesenta tal como vive en los recuerdos y la imaginación del director.
El hombre sin pasado (2002, proyectada el año pasado en el Cineclub YMCA) muestra algunas señales de síntesis. Segunda parte de la «trilogía pobre», la historia de un hombre que pierde la memoria y se encuentra a sí mismo tiene claramente mucho en común con los antiguos «melodramas ascéticos», pero sus personajes parecen tener más dimensiones, como si las travesuras de las comedias se hubieran alojado dentro de ellos. La dualidad del melodrama ha abierto camino a una visión de vida más compleja, sin que la emoción pierda nada de su fuerza. Los fantasmas de Buñuel y de Bresson dan la bienvenida a los de Yasujiro Ozu en la cohorte de ángeles guardianes de Aki Kaurismäki.
Gran Premio del Jurado y el Premio a la Mejor Interpretación Femenina del Festival de Cannes de 2002, y nominada al Óscar a la mejor Película de Lengua Extranjera en 2003, es su salto al gran público. En 2006 completa su trilogía pobre con Luces al atardecer, en donde hace explícito el sentimiento que los finlandeses tienen por el tango y abre y cierra con Carlos Gardel. En 2011 vuelve al ruedo con El puerto, ganadora del Premio FIPRESCI en Cannes, y en 2017 El otro lado de la esperanza, que le valió el Oso de Plata como mejor director en el festival de Berlín.
Emiliano Penelas, programador
FINFO 8/2002: "El cine contemporáneo finlandés"
- Función 158 - Miércoles 4 de octubre, 20 horas
CRIMEN Y CASTIGO
(Rikos ja rangaistus, Finlandia, 1983, color, 93 minutos)
Dirección: Aki Kaurismaki.
Elenco: Markku Toikka, Aino Seppo, Esko Nikkari, Hannu Lauri, Matti Pellonpää, Harri Marstio y Olli Tuominen.
Un ex-estudiante de derecho irrumpe en el apartamento de un hombre de negocios y lo mata aparentemente sin motivos. En ese momento llega Eeva y aconseja al asesino que escape.
A su manera, y llevándola a la Finlandia moderna, Aki Kaurismaki adapta la famosa novela de Fiodor Dostoievski. Un excelente ejemplo de cómo el cine se relaciona con la literatura, en la visión de uno de los directores más originales de la actualidad.
- Función 159 - Miércoles 18 de octubre, 20 horas
SOMBRAS EN EL PARAÍSO
(Varjoja paratiisissa, Finlandia, 1986, color, 76 minutos)
Dirección: Aki Kaurismäki
Elenco: Matti Pellonpää, Kati Outinen, Sakari Kuosmanen, Esko Nikkari, Kylli Köngäs, Pekka Laiho, Jukka-Pekka Palo, Svante Korkiakoski, Mari Rantasila
Nikander es un conductor de un camión de la basura, que una noche verá como su vida se complica al morirse su compañero de trabajo. Además, se enamora de Ilona, una cajera de un supermercado. Primera entrega de "La trilogía del proletariado" que se compone además de Ariel y La chica de la fábrica de fósforos.
- Función 160 - Miércoles 1 de noviembre, 20 horas
LA CHICA DE LA FÁBRICA DE FÓSFOROS
(Tulitikkutehtaan tyttö, Finlandia, Suecia, 1990, color, 79 minutos)
Dirección: Aki Kaurismäki.
Elenco: Kati Outinen, Elina Salo, Esko Nikkari, Vesa Vierikko, Silu Seppälä, Reijo Taipale.
Una joven solitaria hace un trabajo mecánico y rutinario en una fábrica de cerillas. Cuando llega a casa debe soportar a su perverso padrastro y la falta de cariño de su madre. Por las noches sale a bailar intentando divertirse y encontrar pareja, pero nunca tiene suerte.
"Atractiva película, quintaesencia de la habilidad de Kaurismäki para narrar relatos de calculada dureza, sobriedad interpretativa y siniestro sentido del humor" (Tomás Fdez. Valentí)
- Función 161 - Miércoles 15 de noviembre, 20 horas
LUCES AL ATARDECER
(Laitakaupungin valot, Finlandia, 2006, color, 80 minutos)
Dirección: Aki Kaurismäki
Elenco: Janne Hyytiäinen, Maria Järvenhelmi, Ilkka Koivula, Maria Heiskanen, Kati Outinen, Sergei Doudko, Andrei Gennadiev, Arturas Pozdniakovas, Matti Onnismaa, Sulevi Peltola, Antti Reini, Neka Haapanen, Santtu Karvonen, Sesa Lehto, Jukka Rautiainen, Jukka Salmi
Koistinen, un guardia de seguridad nocturno, recorre las calles buscando un lugar al sol, pero la indiferencia general destroza, una tras otra, sus modestas esperanzas. Un grupo de mafiosos, que se aprovecha de su sed de amor y de su profesión con la ayuda de una mujer fría y calculadora, organiza un robo del que se acusa sólo a Koistinen. Así, pierde su trabajo, su libertad y sus sueños.
Más información en www.cineclubymca.blogspot.com
Nacido en Orimattila, Finlandia, el 4 de abril de 1957, Aki Kaurismäki irrumpió a principios de los '80 , junto a su hermano Mika, en lo que se llamó "nuevo cine finlandés" para terminar siendo EL director de su país por excelencia, a fuerza de una filmografía sólida, original y de amplia resonancia internacional.
Se distinguió como un autor genuino y original con su primera película, Crimen y castigo (1983), una adaptación de Dostoyevski a la vida moderna, sin duda en deuda con Buñuel por lo despiadada y con Bresson por lo rigurosa, pero que introduce claramente un estilo que, con los filmes que la siguieron, se ha identificado como el de Aki Kaurismäki: minimalista, lacónico y ascético, pero también hondamente emocional y humorístico.
Sombras en el Paraíso (1986), la historia de amor de un conductor de camión de basura y una cajera de supermercado, fue el primer eslabón de la que sería conocida -junto con Ariel (1988) y La chica de la fábrica de fósforos (1990)- como su «trilogía proletaria», y mostró lo que quizás identifique como línea conductora toda su obra: historias de gente marginal con grandeza y orgullo, severas en su mirada crítica al mundo contemporáneo pero tiernas en el tratamiento de unos personajes que mantienen su dignidad por más dura que sea su lucha por la supervivencia. El crítico y estudioso Sakari Toiviainen identifica la «imaginación melodramática» como la fuerza aglutinante de los diversos elementos de estas obras, un «universo moral» con claras dicotomías, con virajes abruptos y composiciones en el relato, y por último con una música que juega un rol fundamental como vehículo de recuerdos y sentimientos sin expresar.
En síntesis, quizás pueda decirse que es la curiosa tensión entre el ascetismo y el melodrama lo que aporta la esencia del estilo y la originalidad de Aki Kaurismäki. Curiosamente, éstas son características que conectan su obra con la tradición cultural y sentimental del pueblo finlandés. Nosotros los finlandeses, la nación «que calla en dos idiomas» (B. Brecht), somos conocidos como un pueblo parco y de pocos gestos, aunque hondamente emocional por dentro y propensos al sentimentalismo. La autocomplaciencia inherente al sentimentalismo, sin embargo, es algo a lo que Kaurismäki nunca condesciende, lo que tal vez sea uno de los motivos por los que fue mucho más admirado en el extranjero que en su propio país, hasta su éxito más reciente.
La vena inaugurada por la «trilogía proletaria» continuó con dos películas filmadas en el extranjero y en otros idiomas, Yo contraté a un asesino a sueldo (1990) en Londres y en inglés, con el actor francés Jean-Pierre Léaud en el papel principal, y Vida de bohemio (1992), en París y en francés. El universo de estas historias, sin embargo, es indudablemente tan Kaurismäki con el de sus películas rodadas en Finlandia. Juha (1999) lleva el lenguaje melodramático al extremo: una película muda con banda sonora musical que termina en una despiadada tragedia. Nubes pasajeras (1996), por su parte, es el comienzo de una nueva trilogía, la de los indigentes, los desempleados, los sin techo, y tiene un final feliz. En un mundo donde cada día hay menos esperanza, el artista se siente obligado a ofrecer algo de ella en su universo de fantasía.
Pero además de estas películas existe otra línea en la obra de Aki Kaurismäki, quizás más difícil de definir. Son travesuras, hechas como regla sin guión, comedias irónicas en apariencia que presentan un costado audaz de la misma visión crítica de la sociedad, su indiferencia y su frialdad, que yace en toda su obra: Calamari Union (1985), Hamlet va en viaje de negocios (1987), Leningrad Cowboys Go America (1989) y Leningrad Cowboys Meet Moses (1994). Agárrate el pañuelo Tatiana (1994) es un caso un poco diferente, un retrato nostálgico de la Finlandia de los sesenta tal como vive en los recuerdos y la imaginación del director.
El hombre sin pasado (2002, proyectada el año pasado en el Cineclub YMCA) muestra algunas señales de síntesis. Segunda parte de la «trilogía pobre», la historia de un hombre que pierde la memoria y se encuentra a sí mismo tiene claramente mucho en común con los antiguos «melodramas ascéticos», pero sus personajes parecen tener más dimensiones, como si las travesuras de las comedias se hubieran alojado dentro de ellos. La dualidad del melodrama ha abierto camino a una visión de vida más compleja, sin que la emoción pierda nada de su fuerza. Los fantasmas de Buñuel y de Bresson dan la bienvenida a los de Yasujiro Ozu en la cohorte de ángeles guardianes de Aki Kaurismäki.
Gran Premio del Jurado y el Premio a la Mejor Interpretación Femenina del Festival de Cannes de 2002, y nominada al Óscar a la mejor Película de Lengua Extranjera en 2003, es su salto al gran público. En 2006 completa su trilogía pobre con Luces al atardecer, en donde hace explícito el sentimiento que los finlandeses tienen por el tango y abre y cierra con Carlos Gardel. En 2011 vuelve al ruedo con El puerto, ganadora del Premio FIPRESCI en Cannes, y en 2017 El otro lado de la esperanza, que le valió el Oso de Plata como mejor director en el festival de Berlín.
Emiliano Penelas, programador
FINFO 8/2002: "El cine contemporáneo finlandés"
- Función 158 - Miércoles 4 de octubre, 20 horas
CRIMEN Y CASTIGO
(Rikos ja rangaistus, Finlandia, 1983, color, 93 minutos)
Dirección: Aki Kaurismaki.
Elenco: Markku Toikka, Aino Seppo, Esko Nikkari, Hannu Lauri, Matti Pellonpää, Harri Marstio y Olli Tuominen.
Un ex-estudiante de derecho irrumpe en el apartamento de un hombre de negocios y lo mata aparentemente sin motivos. En ese momento llega Eeva y aconseja al asesino que escape.
A su manera, y llevándola a la Finlandia moderna, Aki Kaurismaki adapta la famosa novela de Fiodor Dostoievski. Un excelente ejemplo de cómo el cine se relaciona con la literatura, en la visión de uno de los directores más originales de la actualidad.
- Función 159 - Miércoles 18 de octubre, 20 horas
SOMBRAS EN EL PARAÍSO
(Varjoja paratiisissa, Finlandia, 1986, color, 76 minutos)
Dirección: Aki Kaurismäki
Elenco: Matti Pellonpää, Kati Outinen, Sakari Kuosmanen, Esko Nikkari, Kylli Köngäs, Pekka Laiho, Jukka-Pekka Palo, Svante Korkiakoski, Mari Rantasila
Nikander es un conductor de un camión de la basura, que una noche verá como su vida se complica al morirse su compañero de trabajo. Además, se enamora de Ilona, una cajera de un supermercado. Primera entrega de "La trilogía del proletariado" que se compone además de Ariel y La chica de la fábrica de fósforos.
- Función 160 - Miércoles 1 de noviembre, 20 horas
LA CHICA DE LA FÁBRICA DE FÓSFOROS
(Tulitikkutehtaan tyttö, Finlandia, Suecia, 1990, color, 79 minutos)
Dirección: Aki Kaurismäki.
Elenco: Kati Outinen, Elina Salo, Esko Nikkari, Vesa Vierikko, Silu Seppälä, Reijo Taipale.
Una joven solitaria hace un trabajo mecánico y rutinario en una fábrica de cerillas. Cuando llega a casa debe soportar a su perverso padrastro y la falta de cariño de su madre. Por las noches sale a bailar intentando divertirse y encontrar pareja, pero nunca tiene suerte.
"Atractiva película, quintaesencia de la habilidad de Kaurismäki para narrar relatos de calculada dureza, sobriedad interpretativa y siniestro sentido del humor" (Tomás Fdez. Valentí)
- Función 161 - Miércoles 15 de noviembre, 20 horas
LUCES AL ATARDECER
(Laitakaupungin valot, Finlandia, 2006, color, 80 minutos)
Dirección: Aki Kaurismäki
Elenco: Janne Hyytiäinen, Maria Järvenhelmi, Ilkka Koivula, Maria Heiskanen, Kati Outinen, Sergei Doudko, Andrei Gennadiev, Arturas Pozdniakovas, Matti Onnismaa, Sulevi Peltola, Antti Reini, Neka Haapanen, Santtu Karvonen, Sesa Lehto, Jukka Rautiainen, Jukka Salmi
Koistinen, un guardia de seguridad nocturno, recorre las calles buscando un lugar al sol, pero la indiferencia general destroza, una tras otra, sus modestas esperanzas. Un grupo de mafiosos, que se aprovecha de su sed de amor y de su profesión con la ayuda de una mujer fría y calculadora, organiza un robo del que se acusa sólo a Koistinen. Así, pierde su trabajo, su libertad y sus sueños.
Más información en www.cineclubymca.blogspot.com
La islandesa adelantó tema y video de su nuevo álbum, “Utopia”. El videoclip fue dirigido por Andrew Tomas
Huang.
El fotógrafo Gaspard-Félix Tournachon, más conocido como Nadar, en el cementario de Pere Lacahaise en París, donde nació el 6 de abril de 1820 y falleció el 21 de marzo de 1910.
El cementerio más célebre de París, con sus caminos arbolados y las tumbas de muchos de los más grandes de los últimos dos siglos.
El cementerio más célebre de París, con sus caminos arbolados y las tumbas de muchos de los más grandes de los últimos dos siglos.
"En el principio" es el título de la primera exposición de Diane Arbus en la Argentina, que hasta el 9 de octubre puede verse en el Museo Malba gracias a la colaboración del Met de Nueva York.
Primera exhibición en nuestro país de Diane Arbus (Nueva York, 1923-1971), una de las fotógrafas más influyentes del siglo XX. Curada por Jeff L. Rosenheim, Curador en Jefe de Fotografía de The Metropolitan Museum of Art Nueva York (The Met), la exhibición reúne más de cien fotos producidas por Arbus entre 1956 y 1962, período en el que la artista desarrolló los temas centrales de su carrera y su singular mirada, que busca registrar, según sus propias palabras, “lo divino en las cosas ordinarias”.
Bajo el título “En el principio”, la muestra hace foco en los primeros siete años en los que Arbus trabajó en las calles de Nueva York con su cámara de 35mm. “A lo largo de estos años se da una evolución: el paso de imágenes de individuos que surgen de encuentros fortuitos a retratos en los cuales los sujetos elegidos se convierten en participantes activos”, explica Jeff L. Rosenheim. “Este anhelo de conocimiento, esta curiosidad por la naturaleza oculta de la persona o el objeto que está fotografiando, unida a su creencia en el poder de la cámara para hacerla visible, es, sobre todo, lo que la distingue”, agrega.
La mayor parte de las fotos en la exposición pertenecen al Archivo Diane Arbus de The Metropolitan Museum –adquirido en 2007 a los herederos de la artista– y permanecieron inéditas hasta la exhibición realizada en Nueva York en 2016, luego de varios años años de estudio del archivo. La muestra en MALBA presenta la misma museografía que se realizó en The Met: un recorrido cronológico por una suerte de bosque de iluminación muy tenue, que invita a adentrarse en la intimidad de la obra de Arbus. Culmina con el portfolio Una caja de diez fotografías –provenientes de la colección del SFMoMA– que Arbus produjo entre 1970 y 1971 e incluye sus legendarios retratos de formato cuadrado, como Gemelas idénticas, Nueva Jersey 1967 y Gigante judío en casa con sus padres en el Bronx, Nueva York 1970.
La ciudad de Nueva York, el espacio urbano en el que Arbus comenzó a aventurarse para sacar sus fotografías, era un ámbito en el que ya habían incursionado muchos otros fotógrafos, desde Paul Strand y Walker Evans hasta Garry Winogrand y Lee Friedlander. Cada uno de ellos tuvo un modo característico de trabajar, pero Arbus se destacó particularmente porque buscó conectarse directamente con los sujetos de su fotografía y no pasar inadvertida.
Para el curador Jeff Rosenheim: “Todos estos fotógrafos desarrollaron estrategias para mantenerse apartados y desligados de las personas a quienes retrataban, convencidos de que, en tanto documentalistas, la legitimidad de su registro dependía de que ellos mismos jugasen un papel menor o ninguno en absoluto. Por contraposición, Arbus buscaba la conmoción de un encuentro personal directo: ‘Para mí, el sujeto de la foto es siempre más importante que la foto. Y más complejo’, escribió”.
Antes de tomar sus fotografías, Arbus realizaba un exhaustivo trabajo de investigación, ya que buena parte de los temas y personas que le interesaban no se encontraban espontáneamente en la calle. Su método de trabajo era, en muchos sentidos, similar al de un antropólogo urbano. En sus cuadernos de notas registraba todo el material que iba recogiendo de libros, periódicos y guías telefónicas, junto con ideas propias y conversaciones con sus amigos. Muchas veces, sus anotaciones eran listas de posibles temas o sujetos a fotografiar.
“Desde el comienzo –explica Rosenheim–, Arbus consideró la calle como un lugar lleno de secretos que esperaban ser desentrañados. Incluso en sus primeros estudios de transeúntes, sus retratados parecen mágicamente liberados –aunque fuese una liberación solo pasajera– del flujo y el tumulto que los rodea. Algunas veces este aislamiento es efecto del foco selectivo; otras se debe a la paciencia o la persistencia del fotógrafo; a veces es mera casualidad. Sin importar su origen, el resultado es un singular aire de introspección. Como reacción a Arbus y su cámara, sus sujetos se muestran como si estuvieran solos frente a un breve atisbo de sí mismos en una vidriera o un espejo. El intercambio que sucede a ambos lados de la cámara –de ver y ser visto– plantea preguntas existenciales al retratado, preguntas que, por último, se transmiten también al espectador”.
Durante este primer periodo, Arbus utilizó una variedad de cámaras de 35 mm, réflex o de visor directo (propias o prestadas), incluyendo una Contax D, una Nikon S3, y una Nikon F. En 1962 compró una Wide-Angle Rolleiflex, cámara de formato cuadrado de 2 ¼ pulgadas, de objetivos gemelos (binocular), que explica también el cambio que se da en su obra.
Nació en el seno de una familia judía dueña de una gran tienda en la Quinta Avenida de Nueva York. En 1941, a los dieciocho años, se casó con Allan Arbus y, durante una década, trabajaron juntos en la producción de fotografías para revistas: él operaba la cámara y ella realizaba la dirección de arte. Si bien ella había comenzado a tomar fotos para sí misma en esa época, recién en 1956, año en el que rotuló un rollo de película con el número 1, comenzó a dedicarse a la obra por la que es reconocida.
La primera historia de Arbus para una revista apareció en Esquire en 1960. Durante la década siguiente, al tiempo que continuó trabajando en sus proyectos personales, publicó más de cien fotografías en Esquire, Harper’s Bazaar y otras de las revistas más importantes de los Estados Unidos. Las notas incluían retratos y ensayos fotográficos, que ocasionalmente eran acompañados por sus propios escritos.
En 1963, Arbus recibió la primera de sus dos Becas Guggenheim, que le permitió viajar por los Estados Unidos fotografiando gente, lugares y eventos que describía como “las ceremonias importantes de nuestro presente”. Estas fotografías concentraron la atención crítica y popular en 1967, cuando fueron exhibidas junto a la obra de Lee Friedlander y Garry Winogrand en la legendaria muestra New Documents en el Museum of Modern Art de Nueva York.
Arbus se suicidó en julio de 1971, apenas unos meses después de haber lanzado un portfolio de diez impresiones que había planeado como el primero de una serie de ediciones limitadas de su trabajo. En 1972, fue la primera fotógrafa en ser incluida en el pabellón estadounidense de la Bienal de Venecia. Ese mismo año, el Museum of Modern Art presentó una gran muestra con sus fotografías, que viajó posteriormente por todo el país y Canadá. La monografía que se publicó como catálogo de esa exposición nunca ha dejado de imprimirse y continúa siendo uno de los libros de fotografía más importantes y ampliamente distribuidos de todos los tiempos. En los cuarenta y cinco años que pasaron desde la muerte de Diane Arbus, millones de personas han visitado una gran cantidad de retrospectivas realizadas en museos internacionales, que exploran la controvertida obra de esta artista cuya singular visión revolucionó la práctica fotográfica.
Primera exhibición en nuestro país de Diane Arbus (Nueva York, 1923-1971), una de las fotógrafas más influyentes del siglo XX. Curada por Jeff L. Rosenheim, Curador en Jefe de Fotografía de The Metropolitan Museum of Art Nueva York (The Met), la exhibición reúne más de cien fotos producidas por Arbus entre 1956 y 1962, período en el que la artista desarrolló los temas centrales de su carrera y su singular mirada, que busca registrar, según sus propias palabras, “lo divino en las cosas ordinarias”.
Bajo el título “En el principio”, la muestra hace foco en los primeros siete años en los que Arbus trabajó en las calles de Nueva York con su cámara de 35mm. “A lo largo de estos años se da una evolución: el paso de imágenes de individuos que surgen de encuentros fortuitos a retratos en los cuales los sujetos elegidos se convierten en participantes activos”, explica Jeff L. Rosenheim. “Este anhelo de conocimiento, esta curiosidad por la naturaleza oculta de la persona o el objeto que está fotografiando, unida a su creencia en el poder de la cámara para hacerla visible, es, sobre todo, lo que la distingue”, agrega.
La mayor parte de las fotos en la exposición pertenecen al Archivo Diane Arbus de The Metropolitan Museum –adquirido en 2007 a los herederos de la artista– y permanecieron inéditas hasta la exhibición realizada en Nueva York en 2016, luego de varios años años de estudio del archivo. La muestra en MALBA presenta la misma museografía que se realizó en The Met: un recorrido cronológico por una suerte de bosque de iluminación muy tenue, que invita a adentrarse en la intimidad de la obra de Arbus. Culmina con el portfolio Una caja de diez fotografías –provenientes de la colección del SFMoMA– que Arbus produjo entre 1970 y 1971 e incluye sus legendarios retratos de formato cuadrado, como Gemelas idénticas, Nueva Jersey 1967 y Gigante judío en casa con sus padres en el Bronx, Nueva York 1970.
Antropología urbana
Diane Arbus empezó a tomar fotografías a comienzos de los años 40, y continuó haciéndolo de manera esporádica durante más de una década. En ese período estaba abocada a su carrera dentro del mundo de la fotografía de moda, ella como directora de arte y su marido, Allan Arbus, como fotógrafo. En 1956, Arbus abandonó la sociedad comercial y se dedicó por completo a desarrollar su obra personal. Dos fotógrafos europeos fueron sus mayores referentes en esos años: Lisette Model, con quien estudió por varios meses y fue su mentora espiritual, y August Sander, el retratista tipológico alemán.La ciudad de Nueva York, el espacio urbano en el que Arbus comenzó a aventurarse para sacar sus fotografías, era un ámbito en el que ya habían incursionado muchos otros fotógrafos, desde Paul Strand y Walker Evans hasta Garry Winogrand y Lee Friedlander. Cada uno de ellos tuvo un modo característico de trabajar, pero Arbus se destacó particularmente porque buscó conectarse directamente con los sujetos de su fotografía y no pasar inadvertida.
Para el curador Jeff Rosenheim: “Todos estos fotógrafos desarrollaron estrategias para mantenerse apartados y desligados de las personas a quienes retrataban, convencidos de que, en tanto documentalistas, la legitimidad de su registro dependía de que ellos mismos jugasen un papel menor o ninguno en absoluto. Por contraposición, Arbus buscaba la conmoción de un encuentro personal directo: ‘Para mí, el sujeto de la foto es siempre más importante que la foto. Y más complejo’, escribió”.
Antes de tomar sus fotografías, Arbus realizaba un exhaustivo trabajo de investigación, ya que buena parte de los temas y personas que le interesaban no se encontraban espontáneamente en la calle. Su método de trabajo era, en muchos sentidos, similar al de un antropólogo urbano. En sus cuadernos de notas registraba todo el material que iba recogiendo de libros, periódicos y guías telefónicas, junto con ideas propias y conversaciones con sus amigos. Muchas veces, sus anotaciones eran listas de posibles temas o sujetos a fotografiar.
“Desde el comienzo –explica Rosenheim–, Arbus consideró la calle como un lugar lleno de secretos que esperaban ser desentrañados. Incluso en sus primeros estudios de transeúntes, sus retratados parecen mágicamente liberados –aunque fuese una liberación solo pasajera– del flujo y el tumulto que los rodea. Algunas veces este aislamiento es efecto del foco selectivo; otras se debe a la paciencia o la persistencia del fotógrafo; a veces es mera casualidad. Sin importar su origen, el resultado es un singular aire de introspección. Como reacción a Arbus y su cámara, sus sujetos se muestran como si estuvieran solos frente a un breve atisbo de sí mismos en una vidriera o un espejo. El intercambio que sucede a ambos lados de la cámara –de ver y ser visto– plantea preguntas existenciales al retratado, preguntas que, por último, se transmiten también al espectador”.
Durante este primer periodo, Arbus utilizó una variedad de cámaras de 35 mm, réflex o de visor directo (propias o prestadas), incluyendo una Contax D, una Nikon S3, y una Nikon F. En 1962 compró una Wide-Angle Rolleiflex, cámara de formato cuadrado de 2 ¼ pulgadas, de objetivos gemelos (binocular), que explica también el cambio que se da en su obra.
Diane Arbus
N. Diane Nemerov, Nueva York, 1923-1971Nació en el seno de una familia judía dueña de una gran tienda en la Quinta Avenida de Nueva York. En 1941, a los dieciocho años, se casó con Allan Arbus y, durante una década, trabajaron juntos en la producción de fotografías para revistas: él operaba la cámara y ella realizaba la dirección de arte. Si bien ella había comenzado a tomar fotos para sí misma en esa época, recién en 1956, año en el que rotuló un rollo de película con el número 1, comenzó a dedicarse a la obra por la que es reconocida.
La primera historia de Arbus para una revista apareció en Esquire en 1960. Durante la década siguiente, al tiempo que continuó trabajando en sus proyectos personales, publicó más de cien fotografías en Esquire, Harper’s Bazaar y otras de las revistas más importantes de los Estados Unidos. Las notas incluían retratos y ensayos fotográficos, que ocasionalmente eran acompañados por sus propios escritos.
En 1963, Arbus recibió la primera de sus dos Becas Guggenheim, que le permitió viajar por los Estados Unidos fotografiando gente, lugares y eventos que describía como “las ceremonias importantes de nuestro presente”. Estas fotografías concentraron la atención crítica y popular en 1967, cuando fueron exhibidas junto a la obra de Lee Friedlander y Garry Winogrand en la legendaria muestra New Documents en el Museum of Modern Art de Nueva York.
Arbus se suicidó en julio de 1971, apenas unos meses después de haber lanzado un portfolio de diez impresiones que había planeado como el primero de una serie de ediciones limitadas de su trabajo. En 1972, fue la primera fotógrafa en ser incluida en el pabellón estadounidense de la Bienal de Venecia. Ese mismo año, el Museum of Modern Art presentó una gran muestra con sus fotografías, que viajó posteriormente por todo el país y Canadá. La monografía que se publicó como catálogo de esa exposición nunca ha dejado de imprimirse y continúa siendo uno de los libros de fotografía más importantes y ampliamente distribuidos de todos los tiempos. En los cuarenta y cinco años que pasaron desde la muerte de Diane Arbus, millones de personas han visitado una gran cantidad de retrospectivas realizadas en museos internacionales, que exploran la controvertida obra de esta artista cuya singular visión revolucionó la práctica fotográfica.