Lo importa una familia coreana, a la que ya le surgió competencia; pasó del Barrio Chino a todos los quioscos de la Argentina. Por qué un palito helado de fruta creado en Asia conquistó el paladar local.
Casi sin publicidad, los palitos Melona, provenientes de Corea del Sur, atravesaron las colectividades asiáticas y llegaron al público argentino. Pasaron de ser un secreto del Barrio Chino a venderse en quioscos, supermercados y casas de comida de toda la Capital, el Gran Buenos Aires y ciudades del interior. Pero detrás del boom hay una disputa comercial entre dos familias coreanas y, hacia el futuro, reina la incertidumbre. Los fanáticos de Melona temen que las trabas a las importaciones los dejen sin el dulce y hablando en japonés.
Son frutales. Son cremosos. Son baratos y son riquísimos. Vienen en cuatro sabores, pero el que hace roncha es el de melón. En orden de preferencia entre los consumidores locales, siguen el de frutilla, el de mango y el de banana. Resultan inconfundibles por su forma cuadrada (en rigor, de prisma rectangular). Cada unidad de 80 gramos contiene menos de 130 calorías. Se venden al público entre cinco y seis pesos, lo mismo que valen ciertos palitos de agua nacionales. Sin embargo, en los festejos del año nuevo chino, algunos hicieron su agosto en enero y obtuvieron la parte del dragón sacudiéndolos a ocho mangos.
Ahora bien, ¿cómo un helado de un país lejano llegó a imponerse en determinados puntos de venta por sobre las marcas argentinas? La clave la tiene Lee Kwon San, nacido en Seúl hace 40 años. La familia Lee arribó a Buenos Aires en 1976, cuando Kwon San tenía 4 años. El clan levantó su negocio en esa zona entre Flores y Parque Chacabuco que llaman Corea Town. Su principal actividad es la importación de productos alimenticios asiáticos para abastecer a la colectividad. En 2007, mamá Lee y otro de sus hijos (hermano de Kwon San) viajaron a Brasil. En el Barrio Japonés de San Pablo (que ahora está poblado también por chinos y aledaños), abrieron los ojos más redondos que los de Sailor Moon al ver que el helado coreano se vendía como pan, a tal punto que en los negocios de ropa había carteles que decían: "Prohibido entrar con Melona".
De regreso en BA, la familia decidió importarlos. Mamá Lee se ocuparía de proveer a los compatriotas afincados en los alrededores de la avenida Carabobo, en Floresta y en Once, y Kwon San emprendería la tarea de llegar al paladar criollo. Había un antecedente nefasto. En la década del 90, los Lee hicieron su primer intento de masificar un producto coreano entre los argentinos. Los snacks de la marca Nongshim, con gusto a mariscos y cebolla, se deshacen en la boca, pero el negocio fracasó. "Nunca les vamos a vender a los argentinos", pensó en aquel momento Kwon San, pero los Melona le dieron la revancha. ¿Qué pasó? "En 15 años, el público cambió", dice sentado en una confitería de Curapaligüe y Eva Perón. En efecto, en tres lustros, mucha salsa de soja corrió debajo del puente.
Los Lee aseguran que hicieron su primera importación de Melona en 2008 y que, al año siguiente, tuvieron un gran suceso al presentar el producto en la muestra Expoalimentaria, en La Rural. De inmediato, Kwon San y su esposa y gerenta de ventas, la argentina Stella Maris Álvarez, de 30 años, salieron a ofrecer los helados quiosco por quiosco. En algunos obtuvieron una excelente respuesta y luego ampliaron la red con supermercados chinos y restaurantes. También recibieron mala onda, como la que les tiró esa comerciante que, después de comerse todos los Melona hasta el hueso, dijo: "Son muy feos". A lo que Valentina, la hija de este matrimonio mixto, retrucó: "Muy fea sos vos".
Kwon San se queja de que, cuando el camino ya estaba asfaltado, apareció la competencia. Otra familia coreana, enemistada con la suya desde hace 30 años, según dice, comenzó a traer también Melona. Entrevistado telefónicamente, Alejandro Yoon, argentino de padres coreanos, de 30 años y titular de la firma Neo Geo, admite que empezó a importar en segundo término, y ubica la fecha entre fines de 2009 y comienzos de 2010. Pero cuenta una historia diferente. "La idea original fue mía. Ellos se enteraron por un cliente y se adelantaron", dice. Yoon agrega que ahora el mayor importador de Melona es él. "Somos una empresa. Tenemos mayor estructura para exportar y cumplir las pautas del Gobierno, para así importar", afirma. Y pone como prueba de su prevalencia en el mercado el hecho de que los helados que él trae ya vienen con el nombre de NeoGeo en los envoltorios manufacturados en Corea. Por su parte, Lee Kwon San jura que es al revés. Que la posición dominante la tiene él. Eso sí, los dos se ponen de acuerdo en una cosa: no quieren hablar de números. Frente a las dificultades para importar a raíz de las políticas implementadas por Guillermo Moreno, Kwon San prefiere el silencio. A su turno, Alejandro Yoon concede: "La mano está dura".
Visto y considerando que melonear a Moreno parece difícil, ¿cabe la alternativa de producir Melona en la Argentina con licencia de Binggrae, la empresa coreana que los fabrica desde 1992 y que tiene la fórmula? Detrás del caballito de batalla de Melona vedrían otros productos de Binggrae que también están siendo aceptados, como el yogur helado Yomoitie o el Samanco, helado de vainilla cubierto con una pasta dulce de poroto rojo y bizcocho con forma de pescadito.
Habrá que ver quién gana esta carrera.
José Montero
Revista Brando
¿A quién se le habrá ocurrido que ese espacio en blanco lleno de cemento y óxido era la mejor plaza para ir junto al Teatro Colón?
El Cineclub La Rosa proyectará el miércoles 23 de mayo a las 20 horas, en 16mm y con la
colaboración del Goethe-Institut y el Cineclub Dynamo, la tercera
función del ciclo dedicado a Werner Herzog y Klaus Kinski, con
la última película que filmaron juntos, Cobra Verde. Como siempre, con entrada libre y colaboración voluntaria, en Austria 2154.
Miércoles 23 de mayo - 20 horas
COBRA VERDE
(Idem, Alemania, Ghana, 1987, color, 111 minutos)
Dirección: Werner Herzog.
Elenco: Klaus Kinski, Peter Berling, José Lewgoy, King Ampaw, Salvatore Basile.
Un granjero convertido en bandido en el Brasil del siglo XIX, Cobra Verde es enviado al África en busca de esclavos. Único blanco en tierra negra, se encuentra víctima de torturas y humillaciones, forma un ejército rebelde y llega al límite de la locura. Herzog, como en muchas de sus películas, nos lleva en un viaje a lo desconocido.
Se trata de la quinta y última película realizada por Herzog y Kinski, está basada en la novela de Bruce Chatwin El virrey de Ouidah y en la cual, como de costumbre, Herzog no escatimó al llevar a la pantalla esta historia de comercio de esclavos africanos, que tiene como protagonista al tratante brasileño Francisco Manoel Da Silva (Kinski).
Cristian Nicolás García
Programador invitado
La copia en 16mm es gentileza del Goethe-Institut.
Miércoles 23 de mayo - 20 horas
COBRA VERDE
(Idem, Alemania, Ghana, 1987, color, 111 minutos)
Dirección: Werner Herzog.
Elenco: Klaus Kinski, Peter Berling, José Lewgoy, King Ampaw, Salvatore Basile.
Un granjero convertido en bandido en el Brasil del siglo XIX, Cobra Verde es enviado al África en busca de esclavos. Único blanco en tierra negra, se encuentra víctima de torturas y humillaciones, forma un ejército rebelde y llega al límite de la locura. Herzog, como en muchas de sus películas, nos lleva en un viaje a lo desconocido.
Se trata de la quinta y última película realizada por Herzog y Kinski, está basada en la novela de Bruce Chatwin El virrey de Ouidah y en la cual, como de costumbre, Herzog no escatimó al llevar a la pantalla esta historia de comercio de esclavos africanos, que tiene como protagonista al tratante brasileño Francisco Manoel Da Silva (Kinski).
Cristian Nicolás García
Programador invitado
La copia en 16mm es gentileza del Goethe-Institut.
El sello discográfico independiente está cumpliendo 15 años de vida y lo celebra con tres noches de concierto en las que juntará a sus más valiosos artistas. Además, en su web publicarán temas inéditos de ellos, comenzando por Robyn Hithcock.
Yep Roc Records celebrará su 15º aniversario con tres noches de conciertos que se llevarán a cabo el 11, 12 y 13 de octubre en el Cat’s Cradle de Carrboro, Carolina del Norte, con actuaciones, colaboraciones y sesiones de grabación de artistas actuales y pasados del sello.
Entre ellos se encontrarán los principales: Nick Lowe, Robyn Hitchcock, Fountains of Wayne, Minus 5, Eleni Mandell, John Doe, The Sadies y muchos más que se irán anunciando con el correr de los días.
Además, de aquí hasta los conciertos, cada mes irán subiendo a la página www.yr15.com temas inéditos de sus intérpretes, comenzando por el nuevo video de Robyn Hitchcock, “There Goes The Ice”, que además puede ser descargado de forma gratuita.
Entre ellos se encontrarán los principales: Nick Lowe, Robyn Hitchcock, Fountains of Wayne, Minus 5, Eleni Mandell, John Doe, The Sadies y muchos más que se irán anunciando con el correr de los días.
Además, de aquí hasta los conciertos, cada mes irán subiendo a la página www.yr15.com temas inéditos de sus intérpretes, comenzando por el nuevo video de Robyn Hitchcock, “There Goes The Ice”, que además puede ser descargado de forma gratuita.
Un poco de historia
Con base en el Río Haw, en Carolina del Norte, Yep Roc Records fue fundado en 1997 por Tor Hansen y Glenn Dicker. Conocido por su catálogo "rompe géneros", Yep Roc ha editado más de 300 álbumes, singles, videos y box sets.
Eastcote Pinner Midlesex
20-2-51
Mi querida Helene: Hay muchas maneras de hacerla, pero mamá y yo pensamos que ésta es la más sencilla para que pruebes a prepararlo. Pon en un cuenco grande una taza de harina, un huevo, media taza de leche y una buena pizca de sal, y mézclalo todo bien hasta que adquiera la consistencia de una crema espesa. Mételo en el frigorífico durante varias horas. (Lo mejor es que lo hagas por la mañana, si vas a prepararlo para la noche). Cuando pongas la carne en el horno, mete también otra fuente más de hornear, para que se caliente. Media hora antes de que el asado esté a punto, vierte en esta segunda fuente parte de la grasa del asado: nada más que lo suficiente para cubrir el fondo. Recuerda que esa fuente tiene que estar muy caliente. Vierte enseguida la masa, y el asado y el budín estarán listos a la vez.
Yo no sabría como describírselo a alguien que no lo hubiera visto nunca, pero un buen budín de Yorkshire debe subir mucho, ha de quedar tostado y crujiente y, cuando lo cortes, tienes que encontrarlo hueco por dentro.
La RAF retiene aún a Doug en Norfolk, así que por nuestra parte seguimos guardando como un tesoro las conservas que nos enviaste como regalo de Navidad hasta que él vuelva a casa. Pero, eso sí, querida..., ¡no te imaginas el festín que nos daremos con ellas en cuanto regrese! Pienso, sin embargo, que no deberías gastar tu dinero de esta forma.
Corro a echar esta carta al correo para que la recibas con tiempo suficiente para preparar esa cena de cumpleaños de Brian. Espero que me cuentes que todo ha sido un éxito.
Con el cariño de
Cecily
84, Charing Cross Road, de Helene Hanff
El documental de Roberto A. Gómez Alfredo Li Gotti, una pasión cinéfila, se exhibirá en la Biblioteca Nacional, Austria 2502, el martes 15 de mayo a las 19 horas, con entrada libre y gratuita.
La película se exhibirá en el ciclo "Vivir intensamente. Creadores y visionarios de este sitio del mundo", que da comienzo a la séptima temporada de "La nave de los sueños".
Alfredo Li Gotti es uno de los más importantes coleccionistas de cine de la Argentina.
Con mucho esfuerzo y sin abandonar el trabajo de toda la vida, pudo alcanzar un sueño surgido desde la voluntad de exhibir
y compartir su material: tener su propia sala cinematográfica en su casa. En ese espacio mágico, enorme y sorprendente, proyecta gratuitamente sus películas desde hace más de 20 años.
Otros coleccionistas, cinéfilos, críticos, y familiares, nos permiten conocer en profundidad la vida de Alfredo, y al mismo tiempo, nos revelan el fascinante mundo del coleccionismo cinematográfico.
Alfredo Li Gotti, a los 85 años, mantiene viva su pasión cinéfila. Constituyendo, una verdadera metáfora existencial, que trasciende el ámbito de la pantalla para adquirir un carácter universal, enteramente humano.
La película se exhibirá en el ciclo "Vivir intensamente. Creadores y visionarios de este sitio del mundo", que da comienzo a la séptima temporada de "La nave de los sueños".
Alfredo Li Gotti es uno de los más importantes coleccionistas de cine de la Argentina.
Con mucho esfuerzo y sin abandonar el trabajo de toda la vida, pudo alcanzar un sueño surgido desde la voluntad de exhibir
y compartir su material: tener su propia sala cinematográfica en su casa. En ese espacio mágico, enorme y sorprendente, proyecta gratuitamente sus películas desde hace más de 20 años.
Otros coleccionistas, cinéfilos, críticos, y familiares, nos permiten conocer en profundidad la vida de Alfredo, y al mismo tiempo, nos revelan el fascinante mundo del coleccionismo cinematográfico.
Alfredo Li Gotti, a los 85 años, mantiene viva su pasión cinéfila. Constituyendo, una verdadera metáfora existencial, que trasciende el ámbito de la pantalla para adquirir un carácter universal, enteramente humano.
Editorial Dunken acaba de editar El hombre como la sal del agua, primer libro de poemas de Lisandro Penelas.
"La poesía de Lisandro Penelas rehuye lo sublime, lo absoluto, la abstracta universalidad y sin embargo, aferrándose a su capacidad de canto y a cierta plenitud, roza las grandes preocupaciones del hombre, esos 'Pocos misterios. / El mar, el cielo, el tiempo, / el amor, (su) madre, (su) padre, / la luz y el milagroso prodigio del sol', como los nombra, sin poderles quitar su 'mucha grandeza, sublimidad y universalidad'", dice Luis Alberto Salvarezza en el prólogo.
Lisandro Penelas nació en Buenos Aires en 1983. Es actor, director y profesor de actuación recibido de CoSATyC. Trabajó en más de veinte obras de teatro, y en varios cortos y largometrajes. Se formó con docentes como Claudio Tolcachir, Luciano Suardi, Javier Daulte y Marcelo Katz, entre otros, y en 2009 fue becado para formar parte del Cultural Visitors Program for Directors en Estados Unidos.
Paralelamente a su trabajo en el mundo de la escena estuvo siempre en contacto con su otra vocación: la escritura. Cursó la carrera de Artes Combinadas en la Universidad de Buenos Aires. En 2000 publicó su primer cuento, Ubi sunt?, por Ediciones del valle y con sólo veinte años su cuento La foto fue seleccionado por Igriega Movimiento Cultural para formar parte de una antología de relatos publicada en Sevilla, España. Ese mismo año su estudio Chaplin: la commedia dell’arte llega al cine integró el libro ¿Imágenes del nuevo siglo? de Editorial TEALHI. En 2006 colaboró en la redacción de varios volúmenes de la colección Protagonistas de la Cultura que publicara el Diario La Nación junto a Editorial Aguilar. En 2009 su poema Ana fue incluido en El libro de los talleres de Editorial Dunken. Como dramaturgo, realizó la adaptación teatral de ¿Querés hacer el favor de callarte, por favor? basada en tres relatos de Raymond Carver.
La publicación de este libro le da la bienvenida a este joven escritor argentino, que presenta aquí su primer poemario, donde puede reconocerse un amplio abanico de influencias: la generación del 27, los autores estadounidenses contemporáneos y la literatura argentina y latinoamericana del último siglo.
Para más información sobre cómo conseguir el libro comuníquese con la Editorial Dunken, Ayacucho 357, 4954-7700 / 7300, info@dunken.com.ar.
"La poesía de Lisandro Penelas rehuye lo sublime, lo absoluto, la abstracta universalidad y sin embargo, aferrándose a su capacidad de canto y a cierta plenitud, roza las grandes preocupaciones del hombre, esos 'Pocos misterios. / El mar, el cielo, el tiempo, / el amor, (su) madre, (su) padre, / la luz y el milagroso prodigio del sol', como los nombra, sin poderles quitar su 'mucha grandeza, sublimidad y universalidad'", dice Luis Alberto Salvarezza en el prólogo.
Lisandro Penelas nació en Buenos Aires en 1983. Es actor, director y profesor de actuación recibido de CoSATyC. Trabajó en más de veinte obras de teatro, y en varios cortos y largometrajes. Se formó con docentes como Claudio Tolcachir, Luciano Suardi, Javier Daulte y Marcelo Katz, entre otros, y en 2009 fue becado para formar parte del Cultural Visitors Program for Directors en Estados Unidos.
Paralelamente a su trabajo en el mundo de la escena estuvo siempre en contacto con su otra vocación: la escritura. Cursó la carrera de Artes Combinadas en la Universidad de Buenos Aires. En 2000 publicó su primer cuento, Ubi sunt?, por Ediciones del valle y con sólo veinte años su cuento La foto fue seleccionado por Igriega Movimiento Cultural para formar parte de una antología de relatos publicada en Sevilla, España. Ese mismo año su estudio Chaplin: la commedia dell’arte llega al cine integró el libro ¿Imágenes del nuevo siglo? de Editorial TEALHI. En 2006 colaboró en la redacción de varios volúmenes de la colección Protagonistas de la Cultura que publicara el Diario La Nación junto a Editorial Aguilar. En 2009 su poema Ana fue incluido en El libro de los talleres de Editorial Dunken. Como dramaturgo, realizó la adaptación teatral de ¿Querés hacer el favor de callarte, por favor? basada en tres relatos de Raymond Carver.
La publicación de este libro le da la bienvenida a este joven escritor argentino, que presenta aquí su primer poemario, donde puede reconocerse un amplio abanico de influencias: la generación del 27, los autores estadounidenses contemporáneos y la literatura argentina y latinoamericana del último siglo.
Para más información sobre cómo conseguir el libro comuníquese con la Editorial Dunken, Ayacucho 357, 4954-7700 / 7300, info@dunken.com.ar.
Pertenece al mismo escultor que su hermana famosa en Nueva York, pero fue emplazada 22 años antes en nuestra ciudad. Se encuentra en Barrancas de Belgrano, entre 11 de septiembre y La Pampa.
La famosa "Estatua de la Libertad" que acaba de cumplir 125 años en la ciudad de Nueva York, tiene una hermana en Buenos Aires, que aunque de menor tamaño es más antigua.
La versión porteña también está hecha en bronce, aunque construida en una escala muchísimo menor. Aunque muchos piensen lo contrario, no se trata de una copia, sino de una obra original del mismo escultor, Frederic Bartholdi, hecha en su taller de París y adquirida por nuestra municipalidad en Francia en 1874, junto con otras obras que se compraron para embellecer nuestras plazas y parques.
Según contó el arquitecto Fernando Ferreyra en La Nación, nuestra pequeña dama de la antorcha se colocó 22 años antes de que Bartholdi empleara el mismo molde para inaugurar el imponente coloso que celebra el bicentenario de los Estados Unidos.