El enigma del Siambón
de Germán Cáceres
(Longseller, Buenos Aires, 2010, 128 páginas)
Diego va con sus padres a pasar las vacaciones a El Siambón, una localidad turística de Tucumán. Los acompaña otro matrimonio con sus hijos Abril y Pablito.
Pero comienzan a suceder fenómenos inclasificables: enigmáticas muertes de personas y de animales, extraños aullidos, la aparición de huellas en el césped y de ondas en una pileta de natación, como si seres invisibles anduvieran por allí.
Esta novela dirigida a jóvenes de doce años puede ser leída también por los adultos porque despierta sumo interés ya que desde el comienzo se anhela que esos misterios se develen. Además, el autor la enriquece con magníficas imágenes de la capital de la provincia y otros sugestivos lugares que parecen ocultar demasiados secretos, como Tafí, el Abra del Infiernillo, Amaicha del Valle (donde está el insólito Museo de la Pachamama) y las ruinas de los indios Quilmes.
Uno de los hallazgos del libro es Bruno, un delirante chico argentino que chatea con el protagonista desde Roma, donde vive, y cree que el planeta está dominado por extraterrestres. Para hacer más atrapante e ilustrativa la narración hay continúas referencias a un clásico de los relatos de aventuras: El hombre invisible, de H. G. Wells.
Diego y Abril no se llevan bien, y otra de las cuestiones que se plantean es si proseguirán en ese constante enfrentamiento o si, al final, se producirá entre ellos el esperado romance.
En el penúltimo capítulo, “Se aclara el enigma”, Cáceres explica con precisión y coherencia todos los confusos acontecimientos, y así la historia adquiere una verosimilitud contundente.
Pregunté al escritor —responsable, además, de numerosas obras para adultos que abarcan la novela, el cuento, el ensayo y el teatro— si al texto podría endilgarse la pretensión de convertirse en un best seller en razón de sus múltiples atracciones.
Germán Cáceres respondió que, en sentido estricto, un best seller no es un libro que vende muchos ejemplares, sino un formato editorial que pretende lograrlo a través de varias pautas, como ser gran cantidad de páginas, el abordaje de temas que interesan a una mayoría (conspiraciones, intrigas internacionales), el empleo de continuos giros de la acción en los que se entremezclan violencia, suspenso, sexo, idilios, viajes, y la apelación a una poderosa batería de recursos que enganchan al lector.
Es de esperar que El enigma del Siambón obtenga buenas ventas por sus indudables valores literarios, cifrados en una escritura sencilla y directa que transita la concisión, el rigor de las descripciones y una galería de personajes tan queribles como extravagantes.
Las bellas ilustraciones de Diana Benzecry se destacan por su original imaginación y su solvente grafismo.
Juan Carlos Licastro
juancarloslicastro@gmail.com
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