La islandesa adelantó tema y video de su nuevo álbum, “Utopia”. El videoclip fue dirigido por Andrew Tomas
Huang.
El fotógrafo Gaspard-Félix Tournachon, más conocido como Nadar, en el cementario de Pere Lacahaise en ParÃs, donde nació el 6 de abril de 1820 y falleció el 21 de marzo de 1910.
El cementerio más célebre de ParÃs, con sus caminos arbolados y las tumbas de muchos de los más grandes de los últimos dos siglos.
El cementerio más célebre de ParÃs, con sus caminos arbolados y las tumbas de muchos de los más grandes de los últimos dos siglos.
"En el principio" es el tÃtulo de la primera exposición de Diane Arbus en la Argentina, que hasta el 9 de octubre puede verse en el Museo Malba gracias a la colaboración del Met de Nueva York.
Primera exhibición en nuestro paÃs de Diane Arbus (Nueva York, 1923-1971), una de las fotógrafas más influyentes del siglo XX. Curada por Jeff L. Rosenheim, Curador en Jefe de FotografÃa de The Metropolitan Museum of Art Nueva York (The Met), la exhibición reúne más de cien fotos producidas por Arbus entre 1956 y 1962, perÃodo en el que la artista desarrolló los temas centrales de su carrera y su singular mirada, que busca registrar, según sus propias palabras, “lo divino en las cosas ordinarias”.
Bajo el tÃtulo “En el principio”, la muestra hace foco en los primeros siete años en los que Arbus trabajó en las calles de Nueva York con su cámara de 35mm. “A lo largo de estos años se da una evolución: el paso de imágenes de individuos que surgen de encuentros fortuitos a retratos en los cuales los sujetos elegidos se convierten en participantes activos”, explica Jeff L. Rosenheim. “Este anhelo de conocimiento, esta curiosidad por la naturaleza oculta de la persona o el objeto que está fotografiando, unida a su creencia en el poder de la cámara para hacerla visible, es, sobre todo, lo que la distingue”, agrega.
La mayor parte de las fotos en la exposición pertenecen al Archivo Diane Arbus de The Metropolitan Museum –adquirido en 2007 a los herederos de la artista– y permanecieron inéditas hasta la exhibición realizada en Nueva York en 2016, luego de varios años años de estudio del archivo. La muestra en MALBA presenta la misma museografÃa que se realizó en The Met: un recorrido cronológico por una suerte de bosque de iluminación muy tenue, que invita a adentrarse en la intimidad de la obra de Arbus. Culmina con el portfolio Una caja de diez fotografÃas –provenientes de la colección del SFMoMA– que Arbus produjo entre 1970 y 1971 e incluye sus legendarios retratos de formato cuadrado, como Gemelas idénticas, Nueva Jersey 1967 y Gigante judÃo en casa con sus padres en el Bronx, Nueva York 1970.
La ciudad de Nueva York, el espacio urbano en el que Arbus comenzó a aventurarse para sacar sus fotografÃas, era un ámbito en el que ya habÃan incursionado muchos otros fotógrafos, desde Paul Strand y Walker Evans hasta Garry Winogrand y Lee Friedlander. Cada uno de ellos tuvo un modo caracterÃstico de trabajar, pero Arbus se destacó particularmente porque buscó conectarse directamente con los sujetos de su fotografÃa y no pasar inadvertida.
Para el curador Jeff Rosenheim: “Todos estos fotógrafos desarrollaron estrategias para mantenerse apartados y desligados de las personas a quienes retrataban, convencidos de que, en tanto documentalistas, la legitimidad de su registro dependÃa de que ellos mismos jugasen un papel menor o ninguno en absoluto. Por contraposición, Arbus buscaba la conmoción de un encuentro personal directo: ‘Para mÃ, el sujeto de la foto es siempre más importante que la foto. Y más complejo’, escribió”.
Antes de tomar sus fotografÃas, Arbus realizaba un exhaustivo trabajo de investigación, ya que buena parte de los temas y personas que le interesaban no se encontraban espontáneamente en la calle. Su método de trabajo era, en muchos sentidos, similar al de un antropólogo urbano. En sus cuadernos de notas registraba todo el material que iba recogiendo de libros, periódicos y guÃas telefónicas, junto con ideas propias y conversaciones con sus amigos. Muchas veces, sus anotaciones eran listas de posibles temas o sujetos a fotografiar.
“Desde el comienzo –explica Rosenheim–, Arbus consideró la calle como un lugar lleno de secretos que esperaban ser desentrañados. Incluso en sus primeros estudios de transeúntes, sus retratados parecen mágicamente liberados –aunque fuese una liberación solo pasajera– del flujo y el tumulto que los rodea. Algunas veces este aislamiento es efecto del foco selectivo; otras se debe a la paciencia o la persistencia del fotógrafo; a veces es mera casualidad. Sin importar su origen, el resultado es un singular aire de introspección. Como reacción a Arbus y su cámara, sus sujetos se muestran como si estuvieran solos frente a un breve atisbo de sà mismos en una vidriera o un espejo. El intercambio que sucede a ambos lados de la cámara –de ver y ser visto– plantea preguntas existenciales al retratado, preguntas que, por último, se transmiten también al espectador”.
Durante este primer periodo, Arbus utilizó una variedad de cámaras de 35 mm, réflex o de visor directo (propias o prestadas), incluyendo una Contax D, una Nikon S3, y una Nikon F. En 1962 compró una Wide-Angle Rolleiflex, cámara de formato cuadrado de 2 ¼ pulgadas, de objetivos gemelos (binocular), que explica también el cambio que se da en su obra.
Nació en el seno de una familia judÃa dueña de una gran tienda en la Quinta Avenida de Nueva York. En 1941, a los dieciocho años, se casó con Allan Arbus y, durante una década, trabajaron juntos en la producción de fotografÃas para revistas: él operaba la cámara y ella realizaba la dirección de arte. Si bien ella habÃa comenzado a tomar fotos para sà misma en esa época, recién en 1956, año en el que rotuló un rollo de pelÃcula con el número 1, comenzó a dedicarse a la obra por la que es reconocida.
La primera historia de Arbus para una revista apareció en Esquire en 1960. Durante la década siguiente, al tiempo que continuó trabajando en sus proyectos personales, publicó más de cien fotografÃas en Esquire, Harper’s Bazaar y otras de las revistas más importantes de los Estados Unidos. Las notas incluÃan retratos y ensayos fotográficos, que ocasionalmente eran acompañados por sus propios escritos.
En 1963, Arbus recibió la primera de sus dos Becas Guggenheim, que le permitió viajar por los Estados Unidos fotografiando gente, lugares y eventos que describÃa como “las ceremonias importantes de nuestro presente”. Estas fotografÃas concentraron la atención crÃtica y popular en 1967, cuando fueron exhibidas junto a la obra de Lee Friedlander y Garry Winogrand en la legendaria muestra New Documents en el Museum of Modern Art de Nueva York.
Arbus se suicidó en julio de 1971, apenas unos meses después de haber lanzado un portfolio de diez impresiones que habÃa planeado como el primero de una serie de ediciones limitadas de su trabajo. En 1972, fue la primera fotógrafa en ser incluida en el pabellón estadounidense de la Bienal de Venecia. Ese mismo año, el Museum of Modern Art presentó una gran muestra con sus fotografÃas, que viajó posteriormente por todo el paÃs y Canadá. La monografÃa que se publicó como catálogo de esa exposición nunca ha dejado de imprimirse y continúa siendo uno de los libros de fotografÃa más importantes y ampliamente distribuidos de todos los tiempos. En los cuarenta y cinco años que pasaron desde la muerte de Diane Arbus, millones de personas han visitado una gran cantidad de retrospectivas realizadas en museos internacionales, que exploran la controvertida obra de esta artista cuya singular visión revolucionó la práctica fotográfica.
Primera exhibición en nuestro paÃs de Diane Arbus (Nueva York, 1923-1971), una de las fotógrafas más influyentes del siglo XX. Curada por Jeff L. Rosenheim, Curador en Jefe de FotografÃa de The Metropolitan Museum of Art Nueva York (The Met), la exhibición reúne más de cien fotos producidas por Arbus entre 1956 y 1962, perÃodo en el que la artista desarrolló los temas centrales de su carrera y su singular mirada, que busca registrar, según sus propias palabras, “lo divino en las cosas ordinarias”.
Bajo el tÃtulo “En el principio”, la muestra hace foco en los primeros siete años en los que Arbus trabajó en las calles de Nueva York con su cámara de 35mm. “A lo largo de estos años se da una evolución: el paso de imágenes de individuos que surgen de encuentros fortuitos a retratos en los cuales los sujetos elegidos se convierten en participantes activos”, explica Jeff L. Rosenheim. “Este anhelo de conocimiento, esta curiosidad por la naturaleza oculta de la persona o el objeto que está fotografiando, unida a su creencia en el poder de la cámara para hacerla visible, es, sobre todo, lo que la distingue”, agrega.
La mayor parte de las fotos en la exposición pertenecen al Archivo Diane Arbus de The Metropolitan Museum –adquirido en 2007 a los herederos de la artista– y permanecieron inéditas hasta la exhibición realizada en Nueva York en 2016, luego de varios años años de estudio del archivo. La muestra en MALBA presenta la misma museografÃa que se realizó en The Met: un recorrido cronológico por una suerte de bosque de iluminación muy tenue, que invita a adentrarse en la intimidad de la obra de Arbus. Culmina con el portfolio Una caja de diez fotografÃas –provenientes de la colección del SFMoMA– que Arbus produjo entre 1970 y 1971 e incluye sus legendarios retratos de formato cuadrado, como Gemelas idénticas, Nueva Jersey 1967 y Gigante judÃo en casa con sus padres en el Bronx, Nueva York 1970.
AntropologÃa urbana
Diane Arbus empezó a tomar fotografÃas a comienzos de los años 40, y continuó haciéndolo de manera esporádica durante más de una década. En ese perÃodo estaba abocada a su carrera dentro del mundo de la fotografÃa de moda, ella como directora de arte y su marido, Allan Arbus, como fotógrafo. En 1956, Arbus abandonó la sociedad comercial y se dedicó por completo a desarrollar su obra personal. Dos fotógrafos europeos fueron sus mayores referentes en esos años: Lisette Model, con quien estudió por varios meses y fue su mentora espiritual, y August Sander, el retratista tipológico alemán.La ciudad de Nueva York, el espacio urbano en el que Arbus comenzó a aventurarse para sacar sus fotografÃas, era un ámbito en el que ya habÃan incursionado muchos otros fotógrafos, desde Paul Strand y Walker Evans hasta Garry Winogrand y Lee Friedlander. Cada uno de ellos tuvo un modo caracterÃstico de trabajar, pero Arbus se destacó particularmente porque buscó conectarse directamente con los sujetos de su fotografÃa y no pasar inadvertida.
Para el curador Jeff Rosenheim: “Todos estos fotógrafos desarrollaron estrategias para mantenerse apartados y desligados de las personas a quienes retrataban, convencidos de que, en tanto documentalistas, la legitimidad de su registro dependÃa de que ellos mismos jugasen un papel menor o ninguno en absoluto. Por contraposición, Arbus buscaba la conmoción de un encuentro personal directo: ‘Para mÃ, el sujeto de la foto es siempre más importante que la foto. Y más complejo’, escribió”.
Antes de tomar sus fotografÃas, Arbus realizaba un exhaustivo trabajo de investigación, ya que buena parte de los temas y personas que le interesaban no se encontraban espontáneamente en la calle. Su método de trabajo era, en muchos sentidos, similar al de un antropólogo urbano. En sus cuadernos de notas registraba todo el material que iba recogiendo de libros, periódicos y guÃas telefónicas, junto con ideas propias y conversaciones con sus amigos. Muchas veces, sus anotaciones eran listas de posibles temas o sujetos a fotografiar.
“Desde el comienzo –explica Rosenheim–, Arbus consideró la calle como un lugar lleno de secretos que esperaban ser desentrañados. Incluso en sus primeros estudios de transeúntes, sus retratados parecen mágicamente liberados –aunque fuese una liberación solo pasajera– del flujo y el tumulto que los rodea. Algunas veces este aislamiento es efecto del foco selectivo; otras se debe a la paciencia o la persistencia del fotógrafo; a veces es mera casualidad. Sin importar su origen, el resultado es un singular aire de introspección. Como reacción a Arbus y su cámara, sus sujetos se muestran como si estuvieran solos frente a un breve atisbo de sà mismos en una vidriera o un espejo. El intercambio que sucede a ambos lados de la cámara –de ver y ser visto– plantea preguntas existenciales al retratado, preguntas que, por último, se transmiten también al espectador”.
Durante este primer periodo, Arbus utilizó una variedad de cámaras de 35 mm, réflex o de visor directo (propias o prestadas), incluyendo una Contax D, una Nikon S3, y una Nikon F. En 1962 compró una Wide-Angle Rolleiflex, cámara de formato cuadrado de 2 ¼ pulgadas, de objetivos gemelos (binocular), que explica también el cambio que se da en su obra.
Diane Arbus
N. Diane Nemerov, Nueva York, 1923-1971Nació en el seno de una familia judÃa dueña de una gran tienda en la Quinta Avenida de Nueva York. En 1941, a los dieciocho años, se casó con Allan Arbus y, durante una década, trabajaron juntos en la producción de fotografÃas para revistas: él operaba la cámara y ella realizaba la dirección de arte. Si bien ella habÃa comenzado a tomar fotos para sà misma en esa época, recién en 1956, año en el que rotuló un rollo de pelÃcula con el número 1, comenzó a dedicarse a la obra por la que es reconocida.
La primera historia de Arbus para una revista apareció en Esquire en 1960. Durante la década siguiente, al tiempo que continuó trabajando en sus proyectos personales, publicó más de cien fotografÃas en Esquire, Harper’s Bazaar y otras de las revistas más importantes de los Estados Unidos. Las notas incluÃan retratos y ensayos fotográficos, que ocasionalmente eran acompañados por sus propios escritos.
En 1963, Arbus recibió la primera de sus dos Becas Guggenheim, que le permitió viajar por los Estados Unidos fotografiando gente, lugares y eventos que describÃa como “las ceremonias importantes de nuestro presente”. Estas fotografÃas concentraron la atención crÃtica y popular en 1967, cuando fueron exhibidas junto a la obra de Lee Friedlander y Garry Winogrand en la legendaria muestra New Documents en el Museum of Modern Art de Nueva York.
Arbus se suicidó en julio de 1971, apenas unos meses después de haber lanzado un portfolio de diez impresiones que habÃa planeado como el primero de una serie de ediciones limitadas de su trabajo. En 1972, fue la primera fotógrafa en ser incluida en el pabellón estadounidense de la Bienal de Venecia. Ese mismo año, el Museum of Modern Art presentó una gran muestra con sus fotografÃas, que viajó posteriormente por todo el paÃs y Canadá. La monografÃa que se publicó como catálogo de esa exposición nunca ha dejado de imprimirse y continúa siendo uno de los libros de fotografÃa más importantes y ampliamente distribuidos de todos los tiempos. En los cuarenta y cinco años que pasaron desde la muerte de Diane Arbus, millones de personas han visitado una gran cantidad de retrospectivas realizadas en museos internacionales, que exploran la controvertida obra de esta artista cuya singular visión revolucionó la práctica fotográfica.
Jeff L. Rosenheim
Curador a cargo del Departamento de FotografÃa de The Metropolitan Museum (Nueva York). Autor de diez libros sobre Walker Evans, Rosenheim es el custodio del Archivo Walker Evans, que el MET adquirió en 1994, y del Archivo Diane Arbus. Tiene una Licenciatura en Estudios Americanos de la Universidad de Yale y un Master en FotografÃa de la Universidad de Tulane. Ha dictado una gran cantidad de conferencias, curado numerosas exhibiciones, como Photography and the American Civil War (2013), y publicado ensayos sobre un amplio conjunto de artistas como Carleton Watkins, Thomas Eakins, Walker Evans, Helen Levitt, Robert Frank, Diane Arbus, Lee Friedlander, William Eggleston y Stephen Shore, entre otros.
Un nuevo ciclo congregará en un ciclo del Cineclub La Rosa (Austria 2154) a dos de los más terrorÃficos doctores creados por los inicios del cine alemán. Proyectará, en fÃlmico, El gabinete del Dr. Caligari, de Robert Wiene, y El testamento del Dr. Mabuse, de Fritz Lang. ¡Imperdible!
Tras la dura derrota de Alemania en la Guerra Mundial, y la proclamación de la República de Weimar, el paÃs sumido en una crisis económica y polÃtica vive al mismo tiempo una época de prosperidad en la creación y la vanguardia artÃstica
El cine no será ajeno a la época, y el expresionismo, surgido de las pesadillas y los cruces entre el romanticismo y la novela gótica, que en ese contexto histórico pone el foco en la inestabilidad psicológica de los personajes, en medio del auge de la psicologÃa, una interpretación subjetiva del mundo, y el desarrollo de las fantasÃas.
Las luces y sombras, los claroscuros, fueron pilares del tratamiento estético para construir esas atmósferas deformantes, resaltando la artificialidad de los escenarios y el clima que tendrán las pelÃculas expresionistas.
Allà están los doctores Caligari, en el film basal del movimiento que dirigió Robert Wiene en 1920, y Mabuse, la creación de Lang y su esposa Thea von Harbou en 1922, cuando presentaron en sociedad al personaje de Mabuse. Hipnotizadores, dominadores, seductores, los doctores juegan con las personas y sus destinos, y son amenaza constante de poder que se convirtieron en documentos de una época.
Emiliano Penelas
Programador
Miércoles 13 de septiembre - 20:30 horas
EL GABINETE DEL DR. CALIGARI
(Das Cabinet des Dr. Caligari, Alemania, 1920, blanco y negro, 53 minutos)
Dirección: Robert Wiene
Elenco: Conrad Veidt, Werner Krauß, Lil Dagover, Friedrich Feher, Hans Heinrich von Twardowski, Rudolf Lettinger.
El doctor Caligari, famoso en todo el paÃs, presenta su número de feria con su asistente Cesare, dormido durante 23 años. Francis y su amigo Alan deciden ir a ver el impresionante espectáculo en el que Cesare le asegura a Alan que morirá antes del amanecer. Una de las pelÃculas que dio origen al expresionismo en el cine, es también considerada entre los más grandes clásicos de terror de la historia.
Curiosamente Fritz Lang iba a dirigir El gabinete del Dr. Caligari, pero otro proyecto lo mantuvo al margen y finalmente fue Wiene quien terminó siendo el responsable de este film, que proyectaremos en Súper 8.
Miércoles 27 de septiembre - 20:30 horas
EL TESTAMENTO DEL DR MABUSE
(Das Testament des Dr Mabuse, Alemania, 1933, blanco y negro, 110 minutos)
Dirección: Fritz Lang
Elenco: Rudolf Klein-Rogge, Otto Wernike, Gustav Diessl y Karl Meixner.
El cine sonoro era aún una novedad y Lang no podrÃa haber aprovechado mejor el recurso: explosiones, grabaciones de voces deformadas, gritos, bocinazos y disparos componen una sinfonÃa expresionista inigualable. Visualmente la pelÃcula es espectacular y deslumbrante gracias a la fotografÃa de Fritz Arno Wagner, un maestro de la luz que ya habÃa trabajado con Lubitsch, Murnau, Pabst y con el propio Lang en M, el vampiro. (Texto tomado del Cineclub Dynamo).
Se proyectará en 16mm gracias al Goethe-Institut Buenos Aires.
Más información: www.cineclublarosa.blogspot.com
Tras la dura derrota de Alemania en la Guerra Mundial, y la proclamación de la República de Weimar, el paÃs sumido en una crisis económica y polÃtica vive al mismo tiempo una época de prosperidad en la creación y la vanguardia artÃstica
El cine no será ajeno a la época, y el expresionismo, surgido de las pesadillas y los cruces entre el romanticismo y la novela gótica, que en ese contexto histórico pone el foco en la inestabilidad psicológica de los personajes, en medio del auge de la psicologÃa, una interpretación subjetiva del mundo, y el desarrollo de las fantasÃas.
Las luces y sombras, los claroscuros, fueron pilares del tratamiento estético para construir esas atmósferas deformantes, resaltando la artificialidad de los escenarios y el clima que tendrán las pelÃculas expresionistas.
Allà están los doctores Caligari, en el film basal del movimiento que dirigió Robert Wiene en 1920, y Mabuse, la creación de Lang y su esposa Thea von Harbou en 1922, cuando presentaron en sociedad al personaje de Mabuse. Hipnotizadores, dominadores, seductores, los doctores juegan con las personas y sus destinos, y son amenaza constante de poder que se convirtieron en documentos de una época.
Emiliano Penelas
Programador
Miércoles 13 de septiembre - 20:30 horas
EL GABINETE DEL DR. CALIGARI
(Das Cabinet des Dr. Caligari, Alemania, 1920, blanco y negro, 53 minutos)
Dirección: Robert Wiene
Elenco: Conrad Veidt, Werner Krauß, Lil Dagover, Friedrich Feher, Hans Heinrich von Twardowski, Rudolf Lettinger.
El doctor Caligari, famoso en todo el paÃs, presenta su número de feria con su asistente Cesare, dormido durante 23 años. Francis y su amigo Alan deciden ir a ver el impresionante espectáculo en el que Cesare le asegura a Alan que morirá antes del amanecer. Una de las pelÃculas que dio origen al expresionismo en el cine, es también considerada entre los más grandes clásicos de terror de la historia.
Curiosamente Fritz Lang iba a dirigir El gabinete del Dr. Caligari, pero otro proyecto lo mantuvo al margen y finalmente fue Wiene quien terminó siendo el responsable de este film, que proyectaremos en Súper 8.
Miércoles 27 de septiembre - 20:30 horas
EL TESTAMENTO DEL DR MABUSE
(Das Testament des Dr Mabuse, Alemania, 1933, blanco y negro, 110 minutos)
Dirección: Fritz Lang
Elenco: Rudolf Klein-Rogge, Otto Wernike, Gustav Diessl y Karl Meixner.
El cine sonoro era aún una novedad y Lang no podrÃa haber aprovechado mejor el recurso: explosiones, grabaciones de voces deformadas, gritos, bocinazos y disparos componen una sinfonÃa expresionista inigualable. Visualmente la pelÃcula es espectacular y deslumbrante gracias a la fotografÃa de Fritz Arno Wagner, un maestro de la luz que ya habÃa trabajado con Lubitsch, Murnau, Pabst y con el propio Lang en M, el vampiro. (Texto tomado del Cineclub Dynamo).
Se proyectará en 16mm gracias al Goethe-Institut Buenos Aires.
Más información: www.cineclublarosa.blogspot.com
En ParÃs existe este lugar paradisÃaco para los amantes del cine y las pelÃculas. Atendido por el gran Fred, es ideal para perderse entre sus proyectores y films, cada uno con su historia.
Abierto de martes a sábado, de 13:30 a 19 horas, en el número 12 de la rue des Roses.
Más información en www.bd-cine.com
Abierto de martes a sábado, de 13:30 a 19 horas, en el número 12 de la rue des Roses.
Más información en www.bd-cine.com