El músico está de vuelta, diez años después de la publicación de su
último disco en estudio, “La Radiolina”, y para eso subió tres videos de nuevas
canciones. Entre ellas, "Moonlight Avenue", firmada como "Ti.Po.Ta.", un nuevo proyecto junto a la actriz griega Klelia Renesi, con
la que aparece en el vÃdeo.
Uno de los libros más conocidos del escritor, pintor y crÃtico de arte John Berger, fallecido a principios de año, surgió de una serie de programas televisivos emitidos por la BBC, que a continuación compartimos.
El programa televisivo 'Ways of seeing', creado en 1972 por John Berger y Mike Dibb, se propuso analizar cómo nuestros modos de ver afectan a la forma de interpretar, toma prestadas muchas ideas de La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica, el artÃculo de Walter Benjamin de 1936. La serie recibió diversos premios, revolucionó la teorÃa del arte y fue adaptada a libro, convirtiéndose desde entonces en un tÃtulo indispensable de la teorÃa del arte y de la comunicación visual. Berger analiza cuatro aspectos de la interpretación de la pintura al óleo: su origen relacionado con el sentido de la propiedad, el uso continuado de la mujer como objeto pictórico, la relación entre la herencia visual de la pintura y la publicidad y, finalmente, la transformación del significado de la obra original en el marco de sus múltiples reproducciones.
En el primer episodio, Berger señala lo que involucra a la visión y cómo nuestro modo de ver las cosas está determinado por lo que sabemos. Él va a argumentar que el verdadero significado de muchas imágenes ha sido oscurecida por académicos, cambiado por la reproducción fotográfica y distorsionado por el valor monetario.
En el segundo episodio se ocupa de la representación del desnudo femenino, una parte importante de la tradición del arte europeo. Berger examina estas pinturas y se pregunta si representan a las mujeres tal como son o sólo como a los hombres les gustarÃa que fueran.
Con la invención de la pintura al óleo alrededor de 1400, los pintores fueron capaces de retratar a personas y objetos con un grado sin precedentes de realismo, y la pintura se convirtió en la forma ideal para celebrar las posesiones privadas. En el tercer episodio, John Berger cuestiona el valor que le damos a esa tradición.
En el cuarto episodio, Berger desarrolla más el vÃnculo entre la propiedad y el arte a través de una mirada crÃtica de la sociedad consumista moderna; analiza las imágenes publicitarias y muestra cómo se relacionan con la tradición de la pintura al óleo, en los estados de ánimo, las relaciones y actitudes.
El programa televisivo 'Ways of seeing', creado en 1972 por John Berger y Mike Dibb, se propuso analizar cómo nuestros modos de ver afectan a la forma de interpretar, toma prestadas muchas ideas de La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica, el artÃculo de Walter Benjamin de 1936. La serie recibió diversos premios, revolucionó la teorÃa del arte y fue adaptada a libro, convirtiéndose desde entonces en un tÃtulo indispensable de la teorÃa del arte y de la comunicación visual. Berger analiza cuatro aspectos de la interpretación de la pintura al óleo: su origen relacionado con el sentido de la propiedad, el uso continuado de la mujer como objeto pictórico, la relación entre la herencia visual de la pintura y la publicidad y, finalmente, la transformación del significado de la obra original en el marco de sus múltiples reproducciones.
En el primer episodio, Berger señala lo que involucra a la visión y cómo nuestro modo de ver las cosas está determinado por lo que sabemos. Él va a argumentar que el verdadero significado de muchas imágenes ha sido oscurecida por académicos, cambiado por la reproducción fotográfica y distorsionado por el valor monetario.
En el segundo episodio se ocupa de la representación del desnudo femenino, una parte importante de la tradición del arte europeo. Berger examina estas pinturas y se pregunta si representan a las mujeres tal como son o sólo como a los hombres les gustarÃa que fueran.
Con la invención de la pintura al óleo alrededor de 1400, los pintores fueron capaces de retratar a personas y objetos con un grado sin precedentes de realismo, y la pintura se convirtió en la forma ideal para celebrar las posesiones privadas. En el tercer episodio, John Berger cuestiona el valor que le damos a esa tradición.
En el cuarto episodio, Berger desarrolla más el vÃnculo entre la propiedad y el arte a través de una mirada crÃtica de la sociedad consumista moderna; analiza las imágenes publicitarias y muestra cómo se relacionan con la tradición de la pintura al óleo, en los estados de ánimo, las relaciones y actitudes.
El autor, considerado uno de los más influyentes de su generación. G., Siempre bienvenidos o Modos de ver son algunas de sus obras más conocidas.
El escritor, pintor, ensayista y poeta John Berger falleció este lunes a los 90 años en Antony (ParÃs), según confirmó la directora literaria de Alfaguara, MarÃa Fasce, a El PaÃs, tras hablar con una nieta del autor en Francia, quien afirmó: "Il est parti" (Partió).
John Berger era un experto en desapariciones. Toda su obra literaria es el testimonio de alguien que contempla un universo que se desvanece ante sus ojos, ya se trate de la gran pintura europea o de la vida en los pequeños pueblos de la Europa rural. Berger se formó como artista plástico pero se consagró como teórico cuando convirtió en un libro mÃtico —Modos de ver— una serie emitida en 1972 por la BBC. Lejos de cualquier análisis esotérico, aquel ensayo ilustrado demostró que se podrÃa mantener la fascinación por un cuadro incluso después de rastrear las condiciones materiales en que fue encargado, pintado y expuesto.
El creador británico fue también poeta, guionista de cine, dramaturgo y colaborador de El PaÃs. El diario The Guardian lo definÃa recientemente como "uno de los escritores más influyentes de su generación". Nacido en Londres en 1926, entre sus obras más conocidas están El cuaderno de Bento, Con la esperanza entre los dientes, Siempre bienvenidos, The Seventh Man, Hacia la boda, Puerca tierra y Una vez en Europa. Y Alfaguara editó hace pocos meses Rondó para Beverly, un homenaje que el autor escribió junto con su hijo Yves para su esposa, fallecida en 2013. En julio de 2006, escribió un artÃculo titulado En defensa del pueblo palestino, junto con Noam Chomsky, Harold Pinter y José Saramago.
Tirando de los hilos que Walter Benjamin dejó lanzados en los años treinta, Berger demostró que el marxismo seguÃa siendo útil como herramienta de análisis cultural. De paso puso de manifiesto que, en manos de un genio, el arte nacido como propaganda —al servicio de un Papa, un rey o un noble— también puede convertirse en una vÃa de liberación. De eso, pero aplicado al siglo XX, trataba también su primera novela: Un pintor de nuestro tiempo (1958), que daba voz a un artista húngaro exiliado en Londres.
Guionista de varias pelÃculas de Alain Tanner, entre ellas Jonás, que cumplirá los 25 años en el año 2000, Berger se consagró como novelista al mismo tiempo que como divulgador del arte. En el mismo 1972 publicó G., una particular versión de los viajes de Casanova que se alzó con el Booker, cuya dotación el escritor compartió con los Panteras Negras. Aquella novela contenÃa toda una poética literaria que rompÃa con la narración lineal decimonónica y llenaba sus historias de voces que se superponÃan y contradecÃan. Ese es el muy reconocible tono Berger, que alcanzó su máxima cota en De sus fatigas, una trilogÃa que está entre lo mejor de la literatura universal de finales del siglo XX. Formada por dos libros de cuentos —Puerca tierra y Una vez en Europa— y una novela —Lila y Flag— que retratan la desaparición de la vida rural y el trasvase de los campesinos a las grandes ciudades. Berger vivÃa en un pueblo de la Alta Saboya francesa y las vidas de sus vecinos, con sus grandezas y mezquindades, podÃan tocarse en páginas que recuperan la fuerza de la oralidad tradicional sin maquillar la dureza de una vida ganada con las manos.
En 1995, cuando era reivindicado por los indignados del momento y, a la vez, reclamado como experto en los principales museos del mundo —el Prado entre ellos—, el escritor británico dio otra vuelta de tuerca a su obra literaria narrando una historia de amor en los tiempos del Sida: Hacia la boda. Esta vez los derechos de autor de aquel viaje por el viejo continente camino de unos esponsales estaban destinados a los comités de lucha contra el Sida de cada paÃs en que se publicó. Ya fueran enfermos, campesinos, mendigos o inmigrantes, los desheredados de la tierra estuvieron siempre en el centro de la obra de John Berger, que llegó a escribir una novela —King— desde el punto de vista de un perro callejero. Nunca dejó de dibujar, de viajar en moto ni de escribir poemas. Fue el puente entre la gente de a pie y los grandes maestros de la pintura occidental. También la voz de los seres más frágiles, residuos del mundo moderno a los que su obra otorgó una dignidad de reyes.
Diario El PaÃs, Madrid
Lunes 2 de enero de 2017
El escritor, pintor, ensayista y poeta John Berger falleció este lunes a los 90 años en Antony (ParÃs), según confirmó la directora literaria de Alfaguara, MarÃa Fasce, a El PaÃs, tras hablar con una nieta del autor en Francia, quien afirmó: "Il est parti" (Partió).
John Berger era un experto en desapariciones. Toda su obra literaria es el testimonio de alguien que contempla un universo que se desvanece ante sus ojos, ya se trate de la gran pintura europea o de la vida en los pequeños pueblos de la Europa rural. Berger se formó como artista plástico pero se consagró como teórico cuando convirtió en un libro mÃtico —Modos de ver— una serie emitida en 1972 por la BBC. Lejos de cualquier análisis esotérico, aquel ensayo ilustrado demostró que se podrÃa mantener la fascinación por un cuadro incluso después de rastrear las condiciones materiales en que fue encargado, pintado y expuesto.
El creador británico fue también poeta, guionista de cine, dramaturgo y colaborador de El PaÃs. El diario The Guardian lo definÃa recientemente como "uno de los escritores más influyentes de su generación". Nacido en Londres en 1926, entre sus obras más conocidas están El cuaderno de Bento, Con la esperanza entre los dientes, Siempre bienvenidos, The Seventh Man, Hacia la boda, Puerca tierra y Una vez en Europa. Y Alfaguara editó hace pocos meses Rondó para Beverly, un homenaje que el autor escribió junto con su hijo Yves para su esposa, fallecida en 2013. En julio de 2006, escribió un artÃculo titulado En defensa del pueblo palestino, junto con Noam Chomsky, Harold Pinter y José Saramago.
Tirando de los hilos que Walter Benjamin dejó lanzados en los años treinta, Berger demostró que el marxismo seguÃa siendo útil como herramienta de análisis cultural. De paso puso de manifiesto que, en manos de un genio, el arte nacido como propaganda —al servicio de un Papa, un rey o un noble— también puede convertirse en una vÃa de liberación. De eso, pero aplicado al siglo XX, trataba también su primera novela: Un pintor de nuestro tiempo (1958), que daba voz a un artista húngaro exiliado en Londres.
Guionista de varias pelÃculas de Alain Tanner, entre ellas Jonás, que cumplirá los 25 años en el año 2000, Berger se consagró como novelista al mismo tiempo que como divulgador del arte. En el mismo 1972 publicó G., una particular versión de los viajes de Casanova que se alzó con el Booker, cuya dotación el escritor compartió con los Panteras Negras. Aquella novela contenÃa toda una poética literaria que rompÃa con la narración lineal decimonónica y llenaba sus historias de voces que se superponÃan y contradecÃan. Ese es el muy reconocible tono Berger, que alcanzó su máxima cota en De sus fatigas, una trilogÃa que está entre lo mejor de la literatura universal de finales del siglo XX. Formada por dos libros de cuentos —Puerca tierra y Una vez en Europa— y una novela —Lila y Flag— que retratan la desaparición de la vida rural y el trasvase de los campesinos a las grandes ciudades. Berger vivÃa en un pueblo de la Alta Saboya francesa y las vidas de sus vecinos, con sus grandezas y mezquindades, podÃan tocarse en páginas que recuperan la fuerza de la oralidad tradicional sin maquillar la dureza de una vida ganada con las manos.
En 1995, cuando era reivindicado por los indignados del momento y, a la vez, reclamado como experto en los principales museos del mundo —el Prado entre ellos—, el escritor británico dio otra vuelta de tuerca a su obra literaria narrando una historia de amor en los tiempos del Sida: Hacia la boda. Esta vez los derechos de autor de aquel viaje por el viejo continente camino de unos esponsales estaban destinados a los comités de lucha contra el Sida de cada paÃs en que se publicó. Ya fueran enfermos, campesinos, mendigos o inmigrantes, los desheredados de la tierra estuvieron siempre en el centro de la obra de John Berger, que llegó a escribir una novela —King— desde el punto de vista de un perro callejero. Nunca dejó de dibujar, de viajar en moto ni de escribir poemas. Fue el puente entre la gente de a pie y los grandes maestros de la pintura occidental. También la voz de los seres más frágiles, residuos del mundo moderno a los que su obra otorgó una dignidad de reyes.
Diario El PaÃs, Madrid
Lunes 2 de enero de 2017