Salió el nuevo disco de Divididos. Es imposible decir que valió la pena la espera de ocho años, porque los extrañamos, pero ¡qué discazo!
Apostando a una producción casera pero meticulosamente cuidada, una distribución independiente y una delicada composición del arte de tapa, el diseño y las fotografÃas interiores, Divididos ha vulto a la primera plana del rock nacional para ocupar el lugar que merece.
Las nuevas canciones, con "letras de ahora", como dicen los músicos, suenan como las quisimos escuchar, sin ser una repetición de lo hecho, aunque por supuesto dentro del rumbo que le conocemos a la banda. Es que sin perder la esencia del power trÃo, el CD ofrece una producción asombrosa (responsabilidad de Mollo-Arnedo) que se esmeró en cada elemento sonoro, armó pistas sólidas pero también bases envolventes y un trabajo sobresaliente de texturas rÃtmicas y armónicas.
Trece canciones implacables, sólidas, difÃciles de pensar por separado, apenas sugiriendo una "cara a" y "cara b" separada (o unida) por un poema que cruza de track a track, justo en el medio del álbum.
La guitarra y la voz de Mollo aparece intacta, Arnedo mueve sus dedos por el bajo y exige las cuerdas de su garganta en un tema, y la baterÃa de Ciavarella cumple con el requisito de vehemencia que se espera de todo "tercer hombre" en la banda.
Es mucho el fuego de los temas, y quizás el molino de la tapa sea el que traiga el agua que lo apacigüe. Porque es inevitable volver sobre el "envoltorio" del disco, en tiempos en que la música "se baja". Divididos lo sabe, luchó contra la piraterÃa y advierte que si no ofrece algo mejor caerá, como todos, en el mismo problema. Por eso, como ocurrÃa en los últimos trabajos de la banda, "Amapola del 66" ofrece un objeto de colección que tiene además un DVD con parte del proceso de grabación del disco.
En las hermosas fotos de Nora Lezano, los "veteranos" Mollo y Arnedo parecen burlarse de sà mismos y recordar aquel chiste que la Barcelona les dedicaba, "al trÃo compuesto por Mollo, Arnedo y un sesionista en la baterÃa", apareciendo Catriel Ciavarella siempre con una máscara de gas que cubre su cara.
La presentación será en Tilcara, y seguramente el ruido los lleve muy lejos.
Emiliano Penelas