Buen fin de año y mejor comienzo del próximo.
Saludos de mi amigo George y sus amigos, que son los mÃos.
Para escuchar, "Ding Dong Ding Dong", del disco "Dark Horse" (1974) de George Harrison:
Sobre el tema, dice Lindsay Planer en allmusic:
George Harrison empezó el lado 2 de su tercer disco post - Beatles, "Dark Horse" (1974), con "Ding Dong Ding Dong". Era bastante apropiado, ya que el álbum fue publicado entre las fiestas de fin del año, que coincidieron con su primer tour en solitario por Norteamérica. Sin embargo, la canción no estaba entre las que tocaba en vivo, ya que el artista sufrÃa vigorosamente de un problema de garganta, que habÃa surgido antes de las sesiones de grabación de "Dark Horse", y no tenÃa una posibilidad para curarse hasta la finzalización de la gira, a finales del diciembre de 1974.
En el corte destaca un reparto de primeras figuras que bien puede vincular a "Ding Dong, Ding Dong" con el disco anterior de Harrison, "Living in the Material World" (1973). Gary Wright (teclados), Ringo Starr (baterÃa), y Klaus Voormann (bajo), además de las contribuciones de las guitarras de Mick Jones, Alvin Lee y Ron Wood. Sin embargo, el slide lÃder que mantiene la melodÃa es inequÃvocamente del ex Beatle.
Mientras que la letra y la melodÃa sean posiblemente simplistas, ambas alardean del optimismo marca registrada de Harrison, sobre todo durante el coro afable y repetido: "Ring out the old / Ring in the new / Ring out the false / Ring in the true" (Desenrosque lo viejo / Enrosque lo nuevo / Desenrosque lo falso / Enrosque en lo verdadero).
El verso exclusivo es simplemente la copla metafÃsica: "Yesterday, today was tomorrow / And tomorrow, today will be yesterday" (Ayer, hoy era mañana / Y mañana, hoy será ayer).
Cuando "Ding Dong Ding Dong" fue lanzado como single, alcanzó el puesto número 32, en febrero de 1975.
Radiohead en el estudio
¿Cuánto pensás que vale? es lo que se les ocurrió al quinteto. Y el precio fue de cero a 212 dólares. El riesgo era grande, ya que era la primera vez que lo adoptaba un grupo de estas caracterÃsticas, con siete álbumes y 16 años de carrera, que cuando sale de gira llena estadios donde toque.
Según uno de sus managers, Chris Hufford, se trató de una versión virtual del "a la gorra". El lÃder de Radiohead, Thom Yorke, señaló a The New York Times que la movida le pareció buena. "Fue una manera de dejar que la gente juzgue por sà misma."
Luego de la ruptura con EMI, para el cantante "era duro hacer otra cosa. El peor escenario hubiera sido firmar otro contrato, agarrar un montón de dinero y luego tener a toda la maquinaria esperando, semipacientemente, para que le envÃes tu producto, que ellos asà podrÃan sumar a la lista de productos que componen el gran mito, la-la-la-la... Eso nos hubiera matado en el acto -agrega-. El dinero te adormece, como escribió M.I.A. Quiero decir, es tentador tener a alguien que te diga «no tendrás que preocuparte nunca más por el dinero», pero no importa cuánta plata te den, ¿acaso no te la vas a gastar?, ¿no vas a encontrar maneras estúpidas de deshacerte de ella? Por supuesto que sÃ. Es como construir rutas y esperar que haya menos tráfico".
Thom Yorke
Internet es desde ahce tiempo un lugar donde la música circula, en forma gratuita o paga, legal e ilegalmente. AsÃ, cuando Radiohead probó sus canciones en público, sabÃa que serÃan pirateadas inmediatamente. "La primera vez que hicimos «All I Need», pum, al toque estaba en YouTube -dice Yorke-. Me parece fantástico. En el momento que terminás algo, estás excitado y orgulloso con lo que hiciste y querés que alguien lo escuche, y ahora eso es fácil. Está bien, porque como es por un teléfono o por una cámara de video, es una grabación medio trucha, pero el espÃritu de la canción está, y eso está bueno. En ese estado de las cosas, es de lo único de lo que tenés que preocuparte."
La banda y sus managers no han revelado ni cuántas bajadas hubo ni cuál fue el precio promedio. Y posiblemente no lo hagan nunca. Según datos estimados por la empresa ComScore, aseguró que las tres quintas partes de quienes bajaron el álbum lo hicieron gratis, mientras que el resto pagó alrededor de 6 dólares. Si se incluyen los gratis, el promedio serÃa de 2,26 dólares. Aunque la banda negó esas cifras, y no se especifica el total de bajadas, se dice que "un significativo porcentaje" del 1.200.000 personas que visitaron el sito de Radiohead bajaron el álbum.Si tenemos en cuenta que un contrato discográfico tÃpico le otorgarÃa a la banda regalÃas de aproximadamente el 15 % del precio al por mayor luego de descontados los gastos, esa cifra de algo más de dos dólares serÃa muy ventajosa. Sobre todo teniendo en cuenta que la banda sólo sacó un comunicado a través de su sitio el 1º de octubre.
"Mucha gente eligió pagar -dice Hufford en la nota del Times, publicada en Argentina por La Nación-, es como que eligieron ser parte de esto. Si es bueno, la gente va a poner su moneda en la canasta. Pero dudo de que funcione otra vez si quisiéramos repetirlo."
Actualmente, el disco ya no puede bajarse del sitio http://www.radiohead.com/, y saldrá a la venta de forma tradicional en disquerÃas. La edición argentina, de Sum Records, está anunciada para el 31 de diciembre.
Luego de Cromagnon, crecieron de manera exhorbitante estos eventos multitudinarios. No hay ya lugares pequeños, no hay bandas que se autoproduzcan -ya sea por costos, o por no querer correr con los riesgos que implica hacerse cargo de la seguridad de los shows-, ni hay público con ganas de ir a lugares que aparentemente ofrecen menos garantÃas que los inmensamente marketineados.
El megafestival es, para la gente de los ringtones y las "comunicaciones", un simple evento publicitario con intenciones de posicionar la marca y sus productos. Lejos están todas las demás cuestiones románticas que quieran verse: el espÃritu del rock, el sentimiento de respeto, admiración o curiosidad por las bandas, la comunidad que se genera alrededor de la música, etc.
En estos espectáculos, donde debe primar una especie de zapping de actividades donde nadie termina haciendo ni viendo ni escuchando nada, donde se intenta dar la sensación de ser una gran guarderÃa para adultos-adolescentes, hubo un hecho que supuestamente está fuera de su órbita, su ámbito.
Y en cuanto se enteraron lo más probable, como señalan muchos blogs, medios independientes que se hicieron eco de la noticia, hecharon mano a toda su parafernalia publicitaria. Creemos que ningún festival de los realizados en el año tuvo tanta promoción como este. Ni siquiera el Pepsi Music, porque si de última lo comparamos aquel duró diez dÃas, y este sólo dos.
Lo que resulta increÃble, entonces, es como los grandes medios de comunicación, amparados en las cuentas que la compañÃa depositó y depositará en sus campañas, ocultaron, o no dijeron nada acerca del incidente ocurrido el sábado 7 en el Club Ciudad de Buenos Aires.
Puede observarse interesantes seguimientos del caso en los blogs del periodista Eduardo Fabregat y en Personal Fest Desastre.
¡Un ringtone a la derecha!
Sin guitarra al hombro salvo una acústica para un tema, Cornell sólo se dedicó a cantar y a llenar el escenario con su presencia, de un lado al otro, mostrando la voz intacta, con sus agudos caracterÃsticos.
Chris, de saco en Buenos Aires
Cornell saldó la deuda que el "triunvirato de Seattle" tenÃa con la Argentina. Nirvana vino en pleno éxito, y en 1992 llenaba Vélez con un Cobain ofuscado. Pearl Jam recién arribó hace un par de años a un Ferro que lo ovacionó y festejó plenamente. Soundgarden no llegó "vivo" hasta estos dÃas, pero Cornell se dedicó a revivirlo con su repertorio, sabiendo que su visita a Buenos Aires era muy esperada. Por eso se brindó por completo al público en un show que duró casi dos horas.
El concierto abrió con "Let me drown", tema apertura de "Superunknown" (1994), el disco más emblemático de Soundgarden, todo un gesto para esos fans ansiosos que se vieron beneficiados por una lista de temas amplia y consecuente con esa espera.
La noche siguió con canciones de toda su carrera, incluyendo también al disco "Badmotorfinger" (1991), otro fundamental de Soundgarden. Luego pasaron los más recientes de Audioslave, y hasta sorprendió con "Hunger strike", single que cantaba a duo con Eddie Vedder, en la banda que rindió tributo a Mother Love Bone y su desaparecido cantante, Andrew Wood, Temple of the dog. Entremezclados, algunos pocos temas solistas, sobre todo de su último trabajo, "Carry on" (2007), pero también un par de "Euphoria morning" (1999).
La banda sonó muy potente, y Cornell los entusiasmó a que no se limiten a ser acompañamiento del solista, sino que sean parte del show, con sus solos (el de baterÃa, impecable) y riffs de guitarras. "Un aplauso para mis nuevos amigos", pidió promediando el espectáculo, y saludaron los cinco abrazados como una banda de veinte años de carrera.
Gracias, totales.
Se veÃa venir, porque por un momento toda esa superposición de grupos al mismo tiempo, a pocos metros de distancia unos de los otros, tenÃa que traer consigo sus problemas.
Es difÃcil que a uno le guste todo lo que hay, y hasta es difÃcil conocer a todos los que están. También a medida que pasa el tiempo uno se da cuenta de que se mete en un zapping de bandas, y se torna difÃcil también (por la superposición que comentábamos, por aburrimiento o simplemente porque el rock se está convirtiendo en un ring tone) ver un show completo...
Sonaron muy bien Los Cafres, pésimo Ed Motta y Fito Páez, a la pasada, en el escenario que justo enfrentaba al principal, y mientras Fito se quejaba con su piano tocaron los Happy Mondays, con una mezcla de rock y electrónica que hicieron la espera por Chris Cornell muy interesante.
Bez, animando las maracas y Shaun, cerveza en mano
Del grupo original hubo mutaciones. De lo que se vio en Buenos Aires, uno de ellos (Shaun Ryder), cantaba con look sindicalista: campera de cuero negra, cerrada, jean negro y chicle en la boca. Sin moverse de su lugar, sin decir casi palabras, asà estuvo todo el tiempo. El segundo "integrante" al frente del grupo (Bez) era un personaje que sólo se dedicó a pasearse bailando por la pasarela que emergÃa al centro del escenario, saltando y arengando a la gente, tomando de una botella, regalando su ropa y gritando, entre tema y tema y cuando lo dejaban, cosas como "fuck the police" al micrófono.Rowetta
El tercero "oficial" de la banda es Gary Whelan, que viene de la primera formación. Y decimos eso porque si bien figura como corista, Rowetta Satchell es mucho más que eso, tomando la parte carismática del escenario, cantando en muchas canciones, y siendo quien iba al frente cuando el sindicalista Ryder permanecÃa junto a la baterÃa. Si Rowenta llega a tener un fÃsico acorde a su maravillosa onda, harÃa la fiesta de muchos ratones.
¿El rock? ¡Un ringtone a la derecha!