Hecha la ley

Extremoduro ha vuelto a las andadas con disco nuevo luego de seis años: "La ley innata", que en España ya es disco de oro. Prácticamente desconocidos en la Argentina, vale la pena meter la cabeza en su discografía y rezarle a Jesucristo García para que alguna vez toquen en nuestro país.


Cuarenta mil copias vendidas en sólo tres semanas hicieron que el regreso de Extremoduro luego de un prolongado silencio que parecía definitivo se callara con "La ley innata", el fabuloso trabajo que los trae de golpe al lugar que no deberían haber abandonado. Y todo, como siempre, casi sin promoción.

El nuevo disco, imposible conseguirlo en Argentina, como el resto de su discografía, tiene en su tapa marmórea el dibujo del hombre de Vitruvio de Leonardo Da Vinci y una frase de Cicerón en latín: “Existe, de hecho, jueces, una ley no escrita sino innata. La cual no hemos aprendido, heredado, leído, sino que de la misma naturaleza la hemos agarrado, exprimido, apurado. Ley para la que no hemos sido educados, sino hechos, y en la que no hemos sido instruidos sino empapados”.


Nuevamente la banda de Roberto Iniesta y su fieles acompañantes Iñaki Uoho Antón, Miguel Colino y Juan Ignacio Cabrera, han vuelto a tocar casi un sólo tema, dividido en una introducción, cuatro movimientos y una coda, al estilo clásico. Aunque en esta ocasión la orquestación y el sentido es bien distinto, la similitud con "Pedrá" (1995), que efectivamente constaba de un track de 29 minutos, está a la vista.


Sin dejar de ser un disco de rock, con grandes solos de guitarra, baterías furiosas y la voz inconfundible de ese genio que es el Robe, rey de Extremadura, "La ley innata" cuenta además con la sutileza y los arreglos de un cuarteto de cuerdas, oboe, flauta, piano y algunas trompetas.

Desde el inicio, con "Dulce introducción al caos", nos damos cuenta que necesitremos tiempo para internalizar este trabajo, que la belleza de sus letras nos pedirán varias escuchas detenidas, y que deberemos cerrar los ojos para dejarnos llevar por los paisajes de las regiones a las que la banda nos tenía acostumbrados.

Luego le sigue el "Primer movimiento", llamado "El sueño", donde ya estamos allí donde nos querían llevar. El disco alcanza un clímax en el tercer track (inútil escucharlos por separado, atención), "Segundo movimiento: Lo de fuera", que a lo largo de más de once minutos pasa por todas las variantes sonoras, y el siguiente movimiento, "Lo de dentro", es donde se dejan de lado las orquestaciones para volver al estilo más clásico del grupo.

"La realidad" será el "Quinto movimiento", antes de darle paso a la "Coda flamenca (Otra realidad)", que va cerrando esta obra maestra con la que Extremoduro ha vuelto a instalarse en la escena roquera española.


Para quienes no conozcan al grupo, surgido en Extremadura, España, en el verano de 1987, haciendo lo que ellos llaman "rock transgresivo". Liderados por Roberto Iniesta, la banda cambia varias veces su formación hasta que se consolida la actual.


En 1989 graban su primer disco, "Rock transgresivo", originalmente titulado "Tú en tu casa, nosotros en la hoguera", aunque publicado oficialmente en 1994. A él le sigue en 1991 "Somos unos animales", "Deltoya" (1992), "¿Dónde están mis amigos?" (1993) y "Pedrá" (1995).


Con "Agíla" (1996) consiguen un gran suceso, con un excelente disco y un gran tema, "So payaso", aunque siempre manteniéndose casi como independientes, con escasa promoción y alejados de todos los preconceptos industriales.


Su siguiente trabajo, "Iros todos a tomar por culo" (1997), los muestra con toda su potencia en vivo, y con los grandes temas que a esa altura de su carrera ya eran clásicos: "Amor castúo", "Jesucristo García" y "Quemando tus recuerdos", entre otros.


En 1998 llegaría "Canciones prohibidas", luego "Yo, minoría absoluta" (2002) y dos recopilatorios en el medio, "Grandes éxitos y fracasos, Episodio I y II" (2004 y 2005, respectivamente), hasta llegar a "La ley innata" (2008).

Este año, con la aparición de esta placa, han vuelto además a las giras, luego de cuatro años alejados de los escenarios. De esa manera se acababa con los rumores de separación y confirmarían su éxito nuevamente, agotando las entradas en la mayoría de los conciertos de la gira española, que ha terminado en Madrid el fin de semana pasado.


Mientras, una visita sudamericana parece imposible... seguiremos rezándole a Jesucristo García para que baje de la cruz y venga hasta Buenos Aires.

Más en http://www.extremoduro.com/

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